Este año muchos búlgaros decoraron profusamente sus hogares antes que en años anteriores. La psicóloga Bilana Stoyánova vislumbra en ello la esperanza de un milagro: “Cortar la corriente de estadísticas negativas y vivir nuevamente “como antes”, ha dicho. En su opinión, la epidemia nos coloca en un estado de prueba y los preparativos para la Navidad coinciden con el período de confinamiento y la incertidumbre que viene después.
Bilana Stoyánova dijo también a la agencia búlgara de noticias BTA que el arreglo y la decoración de la casa reducen el sentimiento de desamparo, nos ayudan a poner en orden nuestros pensamientos, a cuidar de nosotros mismos y de nuestros allegados. "Todo esto nos brinda una sensación de sentido de las cosas y nos relaciona con la realidad y la gente de nuestro entorno", se declara convencida la psicóloga.
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