Hay algunas montañas alrededor de Sofía que ofrecen a residentes y visitantes de la capital la oportunidad de descansar en medio de la naturaleza del ritmo agitado y los problemas de la ciudad superpoblada. Una de esas montañas es Lyulin, no tan popular entre los turistas como Vítosha, a cuyo pie se encuentra Sofía. Por eso se puede pasear durante horas en sus suaves pendientes solo con uno mismo, liberando los sentidos al viento, el aroma de la hierba y la increíble variedad de paisajes.
El mayor pico de la zona es Dupevitsa, con 1256 metros de altitud.
Casi la mitad de alto que Vitosha, Lyulin está más al alcance de los niños, los ancianos y las personas con problemas de salud, dice Vladimir Gueorguiev, que conoce la montaña desde su infancia. Enamorado de su belleza, desarrolla su propio proyecto, llamado "Nueva luz para el monte Lyulin", en el marco del cual realiza un estudio de rutina. Asegura que la época más agradable para pasear por la zona es a finales de primavera y en otoño, pero también en invierno cuando no hay mucha nieve o durante los días más frescos del verano:
Debido a la menor altitud, aquí la diferencia de temperatura con las ciudades es menor. Esto no significa que no pueda hacer frío en las montañas en los días más calurosos.
Hay varios monasterios activos en el monte Lyulin, como el monasterio de Santa Petka en Klisura, Santos Cirilo y Metodio en Gorna Banya y el de Divótino. Este último fue fundado en 1046, lo que significa que este siglo cumplirá mil años, dice Vladimir Gueorguiev, y cuenta la leyenda de su fundación:
Dos campesinos encontraron un recipiente con un tesoro. Lo cargaron en un burro y decidieron que donde el burro cayera y ya no pudiera continuar, se construiría un monasterio. El burro cayó sin fuerzas y entregó su espíritu a Dios entre dos corrientes. En ese lugar se fundó el monasterio de La Santísima Trinidad, que a lo largo de los siglos sería un centro literario y escuela de la Iglesia. El monasterio fue incendiado y restaurado tres veces durante la época del dominio otomano. En su forma actual data de 1902, y el rey Fernando donó muchos fondos para su restauración. En los últimos años el monasterio se ha ampliado en diversos proyectos y se han construido una nueva iglesia y edificios agrícolas. También se ha asfaltado la carretera que conduce al pueblo cercano de Mijaylovo, lo que facilita significativamente el acceso en coche.
Al tomar el camino desde el Monasterio de Gorna Banya, se llega a la capilla de Todos los Santos. La información sobre ella es relativamente escasa. Según Vladimir, probablemente fue construida en los años 70.
Al observar el desarrollo de la zona montañosa y las poblaciones de la zona, Vladimir también identifica algunas tendencias negativas:
A finales de la década de los 90, había distancias muy largas entre Bankya y sus pueblos adyacentes. Ahora, debido a la construcción, estas distancias se han alterado. Se talan muchos bosques, muchos caminos no se mantienen y cada vez es más difícil transitar por ellos.
La despoblación de los pueblos en la montaña Lyulin es cada vez más intensa. Algunos de esos pueblos están bastante aislados y tienen un número de habitantes de dos dígitos e incluso de un solo dígito: Delyán, Zlatusha, Raduy y Mala Rákovitsa, que no tiene camino asfaltado.
Entre los pueblos más grandes se encuentran Draguíchevo, Divótino y Lyulin. El pueblo de Lyulin se encuentra al pie del pico Ráylovo Gradishte (1199 m), sobre el que Vladimir Gueorguiev explica:
Según las leyendas, el pico Ráylovo Gradishte es uno de los lugares donde los búlgaros lucharon contra el Imperio Otomano en el siglo XIV. El actual pueblo de Lyulin es el resultado de la fusión de los pueblos de Ráylovo y Tsarnel en 1961. Parte de los búlgaros heridos en las batallas fundaron un pueblo al pie del pico, que bautizaron como Ráylovo. En esa época de dominio otomano, a la población búlgara se la llamaba “rayá”, "siervos", que en el dialecto local significaba "pueblo de siervos".
Otro pico interesante cerca de Ráylovo Gradishte es Krivi Kamak, con aspecto de pirámide rocosa, que revela una vista espléndida de Vítosha y, como dice Vladimir Gueorguiev, cuando hace buen tiempo se pueden distinguir los picos de Rila y Pirin, las ciudades de Sofía, Bankya y Pernik, y diversos pueblos en el valle entre el monte Lyulin y Viskyar y en el valle de Sofía.
Aunque pequeña y subestimada, Lyulin es una montaña que definitivamente vale la pena conocer.
Versión en español por Marta Ros