Los estudiantes búlgaros se están quedando muy atrás en comparación con sus coetáneos europeos, según advierte otro estudio externo. Casi un 50% de los jóvenes de Bulgaria de entre 16 y 19 años carecen de las competencias básicas para arreglarse en un entorno digital, según el último informe de la Comisión Europea sobre la educación y la formación en los Estados miembros. Es uno de los índices más bajos de la UE (69% de media). A expensas de eso, los estudiantes búlgaros tienen el menor número de horas al año y las vacaciones más largas de la UE.

Y más: el porcentaje de los alumnos que abandonan el sistema educativo prematuramente sigue siendo más alto que la media de la UE. No hace falta mencionar que sólo un tercio de los búlgaros de entre 25 y 34 años tiene un título universitario; de nuevo, estamos por debajo de la media de la UE, que es del 41%.

"Este informe no nos sorprende porque llevamos varios años consecutivos viendo las mismas conclusiones", afirma Zlatka Dimitrova, experta en políticas educativas de la Asociación “Educación Bulgaria 2030”, y añade que los alarmantes datos se ven confirmados por PISA. Según el Programa Internacional de Evaluación, casi la mitad de los alumnos búlgaros no tienen las competencias más básicas en comprensión lectora, matemáticas y ciencias naturales. "Esto significa que casi el doble de los niños de Bulgaria están más rezagados en estos indicadores en comparación con la media de la UE", dijo Dimitrova.

Como un problema grave destaca el abandono escolar temprano, pero también la escasa involucración de los niños en edad preescolar y, sobre todo, la falta de una enseñanza y un aprendizaje de calidad:

"Independientemente de si los niños están menos en la escuela o no, no están recibiendo la calidad de educación que reciben los niños de algunos países europeos, esto se nota en los resultados", afirma Dimitrova. Nosotros siempre hemos apoyado que las políticas educativas se centren en la formación de los profesores, en sus cualificaciones, y especialmente durante su preparación en la universidad. De momento ésta sigue siendo bastante conservadora y teórica. Recomendamos que su formación se oriente hacia un mayor número de prácticas, especialmente en las zonas rurales y en las escuelas con niños de bajo nivel socioeconómico."

La pandemia y el paso masivo al aprendizaje en línea han tenido un mal impacto en la motivación y los resultados de casi un 50% de los estudiantes búlgaros, según un estudio del Instituto de Investigación Educativa. Sin embargo, a pesar del debate público, los informes y las advertencias del extranjero, el sistema educativo búlgaro se encuentra en un estado catastrófico en los últimos años.  El carrusel electoral, el constante cambio de gobiernos y la falta de voluntad para asumir la responsabilidad de la reforma del sector ya están reflejando en el sistema educativo:

"Precisamente este caos político, en mi opinión, está llevando a un estancamiento de la reforma iniciada con la introducción de la nueva ley de educación preescolar y escolar. Esta reforma comenzó con entusiasmo y con la adopción de medidas que tuvieron que ser desarrolladas durante estos años. Sin embargo, junto con la incertidumbre política, estamos viendo cómo algunos gabinetes no tienen la visión y no comparten los mismos objetivos de reforma, hay un vagabundeo en las medidas y en su enfoque, lo que está llevando al estancamiento. No quiero explicar si esto repercute en los resultados de nuestros alumnos, pero es un hecho que hay un grave retraso en cuanto a la reforma", concluye Zlatka Dimitrova.

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Versión en español de Borislav Todorov

Fotos: BGNES, Pixabay, archivo