Según la Comisión Reguladora de Energía y Agua, las tarifas de la luz, la calefacción y el agua tenían que aumentar en una media de 11 y 12%, respectivamente,a partir del próximo 1 de enero. La calefacción en la capital, Sofía,iba a ser incluso más cara en un 30%. El organismo regulador independiente tenía que tomar esa decisión el pasado miércoles 15 de diciembre.

Al unísono con las promesas dellíder del partido gobernante Continuamos con el Cambio y primer ministro de Bulgaria, Kíril Petkov, de que se evitaría el alza, el miércoles el Parlamento decidió dar su contribución legislativa para detener el disparo de los precios. Elexpartido gobernante GERB (Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria),ahora en oposición, propuso una moratoria sobre las tarifas de la luz, la calefacción y el agua, aprobada a toda velocidad con una mayoría abrumadora de 186 votos “a favor” (de un total de 240 diputados), manteniéndolos al nivel delos del 1 de enero de 2021, ya que el aumento erauna suerte de “disparo a quemarropa”contra el nuevo Ejecutivoa los tres días de asumirel poder, según un diputado de la coalición gobernante. También ha sido creada una comisión de investigación parlamentaria con el fin de analizarlos problemas en el sector de energía y proponer en el plazo de un mes soluciones duraderas.

La moratoria introducida provocó una ola de comentarios y reacciones contradictorios de políticos, ciudadanos y expertos, que conllevó que el Parlamento revisara y corrigiera su propia decisión. En su nueva versión, la decisión prevé congelar las tarifas al nivel registrado el 16 de diciembre por un período hasta el 31 de marzo de 2022.

En una posición conjunta, las empresas distribuidoras de electricidad de Bulgaria y el operador públicodel sistema eléctrico se opusieron enérgicamente a “los intentos de aplicar la política social del Estatal mediante mecanismos querefrenan de forma artificial los precios de la energía eléctrica”, y agregaron que “ello amenaza con colapsar todo el sistema eléctrico del país”.Por su parte, el exministro de Energía, el socialista Rumen Ovcharov, calificó de “disparate” la decisión del Parlamento, mientras que el exviceministro de Economía y Transportes, Nikola Yankov, comentó el tema en Radio Nacional de Bulgaria, señalando que “la moratoria sobre las tarifasde la electricidad, la calefacción y el agua es una medida decepcionante e incompatible con el concepto de economía de mercado. En un país europeo moderno no se gobierna mediante moratorias. Es una cuestión aparte si esto es legal. El Parlamento no puede fijar precios en una economía de mercado”.

Un comienzo difícil para la nueva Legislatura y el nuevo Ejecutivo. Así han comentado los observadores el caos creado en torno a los precios de la energía, así como la actuación incongruente de estas dos instituciones. “Un comienzo en falso del Parlamento”, ha resumidoun politólogo. Otros observadores consideran que el probable motivo de esta confusión de la Asamblea Nacional, que la obligó a revisar su propia decisión de la noche a la mañana, esla falta de experiencia de la gran mayoría de los nuevos diputados.

“No hay duda de que hay que encontrar la forma de compensar a los consumidores domésticos por los elevados precios del gas natural y la luz. Sin embargo, ahora hay que ver cómo se compensará a las empresas distribuidoras de calefacción por la diferencia entre el precio de compra del gas natural del proveedor Bulgargaz y el precio de venta”, ha expresado en esta emisora pública Nikolay Pavlov, director ejecutivo de Bulgargaz.

La moratoria sobre las tarifas dará un respiro a los consumidores búlgaros durante los duros meses de invierno, pero no se sabe cuándo ni cuál será el precio que un día tendrán que pagar inevitablemente por las tarifas congeladas hasta que vuelvan a sus niveles de mercado.Entonces habrá que adoptar las medidas sociales aplazadas en varias ocasiones para compensar a los ciudadanos búlgaros en situación de pobreza energética.No es casualidad el que el primer ministro Kíril Petkov haya dicho que a partir de ahora cualquier subida de precios debe ir precedida de un análisis completo de los factores que lo requieren, y que no cada incremento ha de ser pagado por los consumidores.

Versión en español de Daniela Radíchkova

Fotos: archivo, BGNES