Tras tres intentos infructuosos de la 45 Asamblea Nacional de formar un nuevo Ejecutivo, el presidente de Bulgaria Rumen Radev deberá nombrar un Gabinete interino que se encargue en los próximos dos meses de los preparativos para elecciones parlamentarias anticipadas. La Constitución no obliga al je de Estado a emitir inmediatamente un decreto para la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de fecha para los comicios pero el jefe de Estado ha anunciado que lo hará después del 10 de mayo.

”La misión más importante de la actual legislatura parlamentaria era la formación de un Gobierno. Ya que no lo ha logrado, toca ahora dar el paso subsiguiente en el procedimiento constitucional, o sea, convocar nuevos comicios. Esto significa que, muy probablemente, las elecciones se celebren en julio, y la fecha más temprana posible es la del 11 de julio, ha augurado en entrevista para Radio Nacional de Bulgaria Simona Véleva, doctora en Derecho constitucional.

Todas las tareas corrientes en el Estado las asumirá el gobierno interino que designe el presidente de Bulgaria. Este gabinete podrá gobernar hasta 3 meses como máximo.

Bulgaria está a punto de abordar una crisis masiva y “esta crisis política hará la vida de los ciudadanos mucho más problemática”, ha vaticinado el sociólogo Yurii Aslanov. En entrevista en Radio Nacional él ha opinado que el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, no tenía deseos de formación de un gobierno interino pero que ahora se ve obligado a hacerlo.

El politólogo Kaloyán Metodiev, por su parte, ha expresado expectativas de que el mismo sea más constructivo y más equilibrado”. O se tendrá que dedicar al proceso electoral de modo responsable, competente y sereno o empujará al país hacia el caos”, ha dicho Metodiev.

Los nuevos comicios serán regidos por reglas nuevas, aprobadas precipitadamente por la 45 Asamblea Nacional. Figuran entre ellas la constitución de una nueva circunscripción electoral, Extranjero, la votación mecánica exclusiva y la nueva Junta Electoral Central, JEC.

El cambio más sustancial reside en que se ha ofrecido la posibilidad de aumentar el número de los colegios electorales en los países extracomunitarios, señala contundente, Simona Véleva. Fecuentemente nos solemos fijar en Turquía, pero no hay que olvidar cuán grande es el número de nuestros compatriotas residentes en Reino Unido, EE.UU, y otros países, y es una demencia, en el siglo XXI, obligar a la gente a hacer cola durante horas para que pueda ejercer su derecho constitucional de elegir a los integrantes del Parlamento de Bulgaria. Se ha reducido asimismo el número de las solicitudes que se debían cursar para la apertura de un colegio electoral en el extranjero, que ha bajado de 60 a 40. De modo que en este sentido contamos con una garantía mucho mejor para el derecho de los búlgaros de votar, frente a lo que existía antes”.

Según el politólogo Ognyan Minchev, el objetivo de los urgentes cambios en el Código Electoral, antes de los comicios anticipadas que se avecinaban, era generar una situación a raíz de loa cual conseguir la eliminación total del partido GERB de cualquier posibilidad de gobernar: ”De esta misión se han encargado los nuevos partidos del cambio, que creen que sin apartar a GERB no podrán gobernar. Otra cosa es ver si hasta sin GERB, serán capaces de gobernar”. A juicio de Minchev, nunca antes unos cambios urgentes en la legislación electoral habían llegado a satisfacer “ los sueños y las ambiciones de quienes los introducían”.

No es despreciable la probabilidad de un fracaso de las elecciones, puesto que en dos meses y medio éstas deberán ser organizadas por una nueva composición de la Junta Electoral Central y conforme reglas nuevas que deberían ser garantizadas en lo organizativo, lo financiero y lo tecnológico”, augura Minchev. ”Si esto no ocurre, la primera orientación posible será cuestionar la votación, la segunda, establecer un formato de Gobierno autoritario para amordazar a quienes protesten“.

Aunque se trate de reglas nuevas, no carece de fundamento el recelo de que las próximas elecciones anticipadas no vayan a tener por resultado posiciones seriamente trastocadas. Los politólogos auguran únicamente unos cambios en los matices, o sea que al Parlamento puedan acceder partidos, que ahora se quedan fuera de él, y que algunos de los actuales partidos parlamentarios puedan abandonar el Parlamento. No obstante, es importante la posibilidad de que Bulgaria se vuelva a ver metida en una situación en la que el Parlamento tampoco pueda formar un Gobierno. Si esto sucede ”el país se verá sumido en una crisis política e institucional”, ha alertado el jefe de Estado, Rumen Radev.

Adaptado por Elena Karkalánova

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: archivo, BNR