En las elecciones parlamentarias del próximo 4 de abril se espera que casi 200.000 búlgaros acudan a las urnas electorales habilitadas en el extranjero. Sin embargo, una buena parte de ellos no lograrán ejercer su derecho constitucional al voto, debido a una limitación legislativa.
La regla de abrir hasta 35 colegios electorales en cada país al margen de la UE, implementada en 2016, lesionará los derechos de los búlgaros radicados sobre todo en Reino Unido, Turquía y los EE.UU. Se quedarán faltos de votar miles de búlgaros y eso cuando se espera ahora una votación récord en el extranjero.
Muchos de los búlgaros residentes en el extranjero ya han estampado sus firmas al pie de una petición en la que se propone suprimir la limitación del número de los colegios electorales, pero a pesar de los vaivenes de consultas entre todas las fuerzas políticas de representación parlamentaria, ningún diputado se animó a promover la enmiendas al Código Electoral, pese a tener derecho a iniciativa legislativa.
”La barrera obedece a un objetivo ideológico y apunta a limitar el derecho a voto de nuestros compatriotas en Turquía –dice Dimítar Ivanov, coordinador global de la Red de Voluntarios Electorales Búlgaros– . La enmienda ha sido incorporada bajo la ingente presión de los Patriotas Unidos con la idea de que así se protegería nada menos que el Estado mismo. En realidad, no es posible proteger un Estado contra sus propios ciudadanos, esto es ridículo”.
Sólo en Reino Unido, país en que se han cursado solicitudes de 75 mesas electorales, se verá perjudicada más de la mitad de quienes hayan manifestado deseos de votar ya que carecerán de la capacidad física de acudir a estos colegios por lo alejados que son. Otro escollo ante los votantes en el extranjero serán las restricciones decretadas por los países de acogida en relación con la epidemia de coronavirus y también por celebrar el 4 de abril la Pascua de Resurrección una serie de países.
”Muchos países han preguntado por qué en Bulgaria la votación será presencial y no se hará por correo o a distancia –dice Dimítar Ivanov– . Nos hemos convertido en el hazmerreír de ellos por nuestro afán de aplicar esta forma de votación en plena pandemia. La renuencia de los factores políticos a cambiar cualquier cosa para integrar a 1.5 millones de búlgaros, ya sea en la legislación electoral o de otra forma, constituye una manifestación de una marcada desconfianza y una imposibilidad ante la clase política de comunicarse con estas personas. Nosotros no nos comportamos como lo hacen los ciudadanos en Bulgaria, y tenemos pretensiones más elevadas puesto que observamos cómo están funcionando los países mejores del mundo”.
En un video grabado frente a la Representación Permanente de Bulgaria ante la UE, en Bruselas, grupos de búlgaros residentes en el extranjero declaran que las próximas elecciones resultarán históricas y que también lo será la participación. Muchos búlgaros jóvenes, residentes en países extranjeros, el pasado verano, durante las protestas antigubernamentales en Bulgaria, se politizaron por vez primera planteando sus reivindicaciones.
”Al quedar desoídas aquellas reivindicaciones surgió un ira totalmente espontánea y deseos en la sociedad civil de tomarse su revancha de la clase política”, expresa Dimítar Ivanov. Indica que los búlgaros en el extranjero no tienen siquiera un solo diputado que se sienta elegido por las comunidades búlgaras en el extranjero y responsable ante estos búlgaros, puesto que, por ley, no existe colegio electoral llamado Extranjero. No obstante, los búlgaros residentes en el extranjero se mantienen extraordinariamente activos en presentar sus solicitudes para votar el próximo 4 de abril.
Según datos de la Junta Electoral Central estas solicitudes suman hasta ahora 77.100, casi duplicando la cifra de las elecciones anteriores, cuando ascendieron a poco más de 45.000. El plazo para cursar solicitudes por vía electrónica para la votación en el extranjero expira a las 24:00 horas del día 9 de marzo. Hasta el momento el número más nutrido de solicitudes ha sido enviado desde Turquía (18.270), Gran Bretaña (14.300) y Alemania (11.496). Se espera que el próximo 13 de marzo se conozcan los nombres de las localidades fuera de Bulgaria en las que se contará con colegios electorales:
”El puzzle político se irá reordenando con el paso del tiempo y nos gustaría darle un acelerón al proceso –dice Dimítar Ivanov– . Nos hacen falta un desarrollo acelerado, resultados verdaderos, y no logrados gracias a la asimilación de fondos de los programas europeos. Esperamos ver en los programas de los partidos medidas concretas capaces de movilizar e potencial humano, del que formamos parte importante también nosotros los búlgaros en el extranjero”, concluye tajante Dimítar Ivanov.
Versión en español por Mijail Mijailov
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