En estos términos se autodefine Rositsa Dimitrova, bloguera de viajes, fotógrafa y soñadora. Este año su blog ha merecido el premio del Ministerio de Turismo en la categoría de Blog en Internet por su artículo “43 ideas para paseos en las proximidades de Varna”.

Rosi es natural de la ciudad de Varna (noreste de Bulgaria) y la conoce como la palma de la mano.

“En el artículo me centro en mis lugares favoritos de la zona que no son muy conocidos. Como, por ejemplo, la solitaria ermita cerca de la aldea de Padina o las salinas en las inmediaciones de Provadia que se remontan a 5.600 años antes de Cristo y muchos otros rincones secretos”, dice Rosi.

La joven aventurera vivió y trabajó en España, luego se trasladó por algún tiempo a Alemania. En 2012 regresó a su querida ciudad natal. “Regresé a casa y me siento muy feliz de mi elección”, afirma. Mientras tanto, no ha dejado de viajar, de apretar el botón de su cámara fotográfica y compartir sus impresiones en su blog en inglés y también en Instagram.

Reconoce que el año 2020, sellado por la pandemia, le ha servido de motivo para entregarse de plano a su pasión: espiar la Luna y perseguir las estrellas con su cámara. Desde hace años, Rosi se dedica a la fotografía de manera casi profesional. Sus fotos trasladan al público a mundos lejanos e inmensurables y hacen soñar. Está dispuesta a pasar toda la noche sola en algún lugar alejado de ciudades o aldeas, con la mirada clavada en el cielo, solo para capturar con el objetivo de la cámara la perfecta configuración estelar. 

“Todo se hace tras una detallada planificación previa −explica Rosi− . Debe haber plenilunio o debe ser antes de la salida de la Luna, se debe anticipar la puesta del sol y esperar unas horas hasta que aparezca el centro galáctico de la Vía Láctea, ya que el cielo nocturno gira. Se necesita una cámara fotográfica de alta calidad, con una lente idónea y diafragma abierto”.

¿En qué zona de Bulgaria es más resplandeciente el cielo nocturno?

“La que está más cerca de las estrellas son los montes Ródope −es categórica Rosi− . Allí el cielo es cristalino y las estrellas están al alcance de la mano. Lo mismo es válido para las rocas de Belogradchik y la costa norte del mar Negro, sobre todo para las localidades de Duránkulak y Tyulénovo”.

Estos son los lugares favoritos de Rosi para cazar estrellas. A su juicio, la “foto perfecta” no existe, es un mero anhelo, un sueño que no deja en paz a los aficionados a la fotografía. Reconoce que una expedición bajo el cielo estrellado le cuesta una estancia de al menos cinco o seis horas en un lugar alejado de la civilización. “Por lo general, me toma horas planificar y el procesamiento de las imágenes, al menos un día”, comenta.

¿Y la Luna? 

“Con la Luna es todavía más difícil, ya que la planificación requiere una precisión aún mayor. Hay que posicionarse justamente en el lugar correcto. Este es un placer inexplicable para mí que me produce una gran satisfacción. Claro que uno debe tener ciertos conocimientos en astronomía relacionados con la rotación del cielo nocturno. Me vi obligada a aprender algunos detalles sobre la Luna como dónde y cuándo sale, cómo es su rotación en verano y en invierno. En invierno, el centro galáctico de la Vía Láctea no se puede observar, será visible apenas a finales de enero”. 

Versión en español de Hristina Táseva

Fotos: Rositsa Dimitrova