Sobre el telón de fondo de las estadísticas galopantes de nuevos infectados por Covid−19 y los llamados al cumplimiento estricto de las medidas preventivas para no seguir agudizando la presión sobre los hospitales, un trágico caso ocurrido ayer en el Hospital Universitario de Plovdiv, la segunda mayor ciudad búlgara, ha agregado un nuevo punto de vista al discurso sobre el estado del sistema de salud pública en Bulgaria.
Dos pacientes con coronavirus fallecieron en la entrada del Hospital Universitario tras una larga espera de ser ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos. La Fiscalía regional se ha autoiniciado sobre el caso, que puso en evidencia el estado precario del sistema sanitario nacional. “La situación es alarmante y no desde ayer para un sistema no reformado”, ha alzado la voz también el ministro del sector, el Prof. Kostadín Ánguelov, pero en su opinión, este no es el momento oportuno para cambios radicales.
“No nos encontramos en una situación normal y no se perfila una pronta mejoría; el sistema de salud funciona al borde del colapso”, ha comentado para Radio Nacional Pétar Galev, director de comunicaciones de CREDOweb, una plataforma nacional de comunicación entre médicos. Ha dicho que el trágico caso de Plovdiv no hace más que mostrar, por enésima vez, el estado en que se halla el sistema de salud búlgaro, sin ocultar sus temores de que seremos testigos de otros sucesos parecidos en los próximos meses.
“Lo sucedido vuelve a demostrar la apremiante escasez de profesionales sanitarios en Bulgaria: médicos, enfermeras y personal auxiliar. Nos sentimos tanto indignados como desesperados, aunque deberíamos habernos alarmado mucho antes de que se desencadenara la crisis con esta pandemia. Desde hace años venimos hablando de la creciente carencia de médicos y enfermeras, pero la sociedad no hizo nada para cambiar las cosas. ¡Porque no hay más que mirar las ofertas de nuevos empleos y los salarios que se proponen para simples dependientes en alguna tienda de alimentación, a la vez que un médico se ve obligado a comenzar su práctica cobrando no más de 400 euros al mes! ¿Cómo retenerlo entonces en Bulgaria?”
Los hospitales informan constantemente de la necesidad de más enfermeras, médicos y personal auxiliar. Y si estos últimos pueden ser instruidos en un período relativamente breve, la preparación profesional de los médicos y las enfermeras exigen años de trabajo y estudio.
A ello Pétar Galev ha sumado las deficiencias de la propia enseñanza de Medicina: nadie enseña a los futuros galenos mostrar, por ejemplo, empatía y compasión por sus pacientes, la formación médica se ha vuelto más bien tecnológica, muchos de los profesores no están debidamente implicados en el proceso docente y no prestan suficiente atención a sus discípulos, porque no se sienten motivados a hacer bien su trabajo. El sistema de salud, por su parte, también ha llegado a tomar una orientación comercial y tecnológica.
“Ya se dice que irá aumentando el número de estudiantes en la carrera de Medicina y de Enfermería, pero si no se encuentra el mecanismo necesario para que los profesores estén completamente dedicados a este trabajo, sin buscar otra ocupación más lucrativa, nada bueno nos espera −ha enfatizado Pétar Galev− . En el momento, el mundo entero se encuentra en estado de guerra en el campo de la Medicina, lo mismo que su sistema sanitario. Incidentes trágicos como el de Plovdiv se dan por todas partes. Sin embargo, hay que tener en cuenta cuántos meses llevan los hospitales sobrecargados y desde hace cuánto los médicos trabajan al borde de sus fuerzas y su capacidad de resistencia. Tampoco debería olvidarse el que debido a las largas horas que trabajan vestidos de monos, con mascarillas y gafas, la saturación de oxígeno de su propia sangre a menudo resulta inferior a la de sus pacientes. Todos ellos trabajan en condiciones anormales y, lamentablemente, hay instantes cuando el cansancio y el agotamiento les impide tomar la decisión correcta. La situación que vive el mundo exige de cada uno de nosotros máxima responsabilidad, pues de la actitud de cada individuo: de si lleva o no la mascarilla, de si se mantiene a la debida distancia y si se desinfecta las manos, depende el buen funcionamiento de cada sistema sanitario.”
A base de una entrevista de Ludmila Zhélezova, del Programa Jorizont de Radio Nacional de Bulgaria
Versión en español de Katia Dimánova
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