La pandemia de Covid−19 ha provocado el aplazamiento en varios meses de la competición de premiación de las compañías emergentes más prometedoras en la región de Europa Central y del Este: CESA (Central European Startup Awards). La Asociación de Empresas Emergentes de Bulgaria (BSA, por sus siglas en búlgaro), a la que están afiliadas más de medio millar de compañías, es la que acoge este año la celebración del foro. La CESA se organiza en siete regiones del mundo, y su organización para Bulgaria corre a cargo de la BSA.

La concesión de premios a empresas emergentes se efectuará por quinto año consecutivo, y los nombres de las compañías vencedoras se conocerán a mediados del próximo mes de noviembre.

”Toda persona podrá nominar a la compañía que considere ser la mejor, y para el próximo mes de noviembre un jurado competente se encargará de hacer la selección entre las compañías nominadas −manifiesta en entrevista a Radio Nacional de Bulgaria Dobromir Ivanov, presidente de la BSA−. Hemos tenido tres compañías que el año pasado arribaron a la final en China. Las compañías evolucionan con éxito y la lid es bastante reñida. Una de las compañías distinguidas fabrica robots para asistentes de personas discapacitadas. El trabajo que realiza esta compañía tiene un nivel muy elevado y encierra gran potencial. Este año hemos afrontado una situación en la que estas compañías no han tenido manera de seguir desarrollando su negocio en Bulgaria; necesitan respaldo. Es parte de nuestra labor cambiar el entorno empresarial aquí para poder atraer a compañías extranjeras como inversoras y, al mismo tiempo, retener en Bulgaria a las nacionales. Es que más de una cuarta parte de nuestros afiliados ya se han registrado en el extranjero. Es una tendencia negativa que procuramos combatir. Como comunidad, procuramos que Bulgaria cuente en los próximos 3 a 5 años con las primeras compañías valoradas en más de mil millones. Esto nos posicionará en el mapa mundial y podremos acaparar un mayor volumen de inversiones extranjeras para Bulgaria”.

Dobromir Ivanov opina que las compañías emergentes de Bulgaria han dado muestras de envidiable solidaridad durante la crisis, como también lo han hecho las compañías de soporte lógico y de tecnología.

”Han sido manifiestos sus intentos por ayudar a la población, al Gobierno, a las personas enfermas, al resto de los empresarios. Una de las cosas que esta crisis ha puesto en evidencia ha sido la necesidad de trabajar en colaboración mucho más estrecha con las compañías de altas tecnologías, ya que son éstas las que ofrecen soluciones mucho más resistentes a tales crisis”, considera Dobromir Ivanov.

Según él, en la actualidad, en los tipos de producción tradicionales se ha tomado conciencia de la necesidad de digitalizarlos y dice lamentar que ninguna de las medidas adoptadas por el Estado haya apuntado a socorrer este tipo de compañías. ”No hemos dejado de buscar el diálogo, pero éste no se ha dado. Muchas de las compañías no son capaces de atestiguar una merma en sus ingresos para poder postular a prestaciones por parte del Estado simplemente porque el año pasado no tuvieron ingresos algunos. Sería distinto haber logrado crecer 5 o 6 veces en el último año, ya que esto le garantizaría a la compañía respectiva un salto adelante en un 20%, 30% y hasta 50%. Esto, sin embargo, no es válido para las compañías emergentes. Contamos con el potencial para imponernos como país líder regional, pero a tal efecto habrán de ocurrir algunos cambios, entre ellos la posibilidad para las compañías de tener acceso a mayores volúmenes de capital. Vamos encaminados firmemente en esta dirección”.

Redactado por Guergana Máncheva en base de una entrevista de Nina Tsáneva para el Programa Jristo Botev de Radio Nacional de Bulgaria

Versión en español por Mijail Mijailov