Ha finalizado ya la X edición del Festival Juvenil de las Artes “The Bridge Fest”, que se suele celebrar en la ciudad de Vidin, en proximidad a la fortaleza histórica  de “Baba Vida”, a orillas del río Danubio. Hasta los propios organizadores se quedaron sorprendidos por la multitudinaria participación en la edición 2019. Todas las plazas en los talleres artísticos en la villa festivalera fueron ocupadas por más de 400 jóvenes de 16 a 21 años de edad. Los talleres sumaron más de una veintena y eran especializados en teatro, cine, guitarra, instrumentos de percusión, maestría en actuar y dirección de películas documentales. El festival atrajo asimismo a gran número de niños y jóvenes de todos los rincones de Bulgaria. Entrevistados por Radio Bulgaria han manifestado sus impresiones del festival, los hermanos Sofía y Radostín, , de 21 años de edad, habitantes de Sofía, quienes se habían trasladado a Vidin como voluntarios en los preparativos y la celebración de este evento juvenil.

Radostin ha calificado su participación en el festival “The Bridge Fest” de una vivencia muy fructífera y alentadora de cara al desarrollo futuro de toda persona joven. Cursa estudios en la carrera de Culturología, en la Universidad de Sofía “San Clemente de Ohrid”, tras haber culminado estudios en el Liceo número 1 de Lengua Inglesa en la capital de Bulgaria. Se interesa por la música y toca bien la guitarra. Dice: En el festival hubo mucho trabajo para nosotros, los voluntarios. Íbamos repartiendo alimentos y agua entre los participantes en medio de unas temperaturas que allá suelen ser muy elevadas. Éramos 25 voluntarios, íbamos juntos todo el tiempo. Hubo mucha confianza y cooperación entre todos. Sin haber tenido una preparación previa nos pusimos a trabajar en equipo ya desde los primeros días. Fuimos habilitando el terreno para el festival, montamos tienda de campaña y diferentes instalaciones, el trabajo era duro pero el tiempo lo pasamos inadvertidamente, con bromas y risas. Cada uno arrimaba el hombro, ayudaba en lo que podía, no se hacía una división del trabajo entre los dos sexos. En fin todos actuábamos como si fuéramos una familia. Teníamos, eso sí, organizadores que iban asignando las tareas, pero lo hacían a guisa de petición, y nosotros nos sentíamos contentos de poderlas cumplir.

Sofía, que ha participado en una edición anterior del festival, dice: Me estrené en este festival como participante en el año 2015. Tenía 16 años de edad en aquella época pero todas las personas que formaban el equipo del festival, todas ellas veinteañeras, nos trataban a los de menor edad, de igual a igual, señala Sofía y evoca su primera participación: Me apunté al taller de dibujo. La vivencia fue increíble. Era mi primera participación en un festival de este tipo pero me quedé con la sensación de que ya había conocido y me eran familiares los demás participantes. Me sentí fuertemente impresionada por aquello y me dije que sería estupendo contar justamente con un tal entorno en el futuro. El ambiente en este festival nos daba la posibilidad de familiarizarnos unos con otros, es que allá todos llevamos una decena de días viviendo en un campamento de tiendas de campaña. El agua para ducharse es muy fría, pero con una temperatura del aire de 40 grados sobre cero, uno necesita tomarse precisamente esta ducha fría.

Actualmente Sofía cursa estudios de diseño gráfico en la Minerva Art Academy, de la ciudad holandesa de Groninga. A su elección han contribuido la experiencia y las amistades que ella había acumulado en el festival de artes de Vidin. Concibe el diseño gráfico como un vasto campo para su manifestación personal y, según dice ella misma: El diseño gráfico es lo primero que acapara la atención cuando te animas a comprarte algo o simplemente navegar en la Red. Es que el diseño gráfico está en todas partes, nos topamos con él hasta en el billete para el metro que te compras cada día.

Versión en español por Mijail Mijailov