Trabajo con la luz desde los 13 años: primero hacía velas y ahora lámparas. Este es un camino natural por el que tal vez me haya llevado la curiosidad. Comencé con modelos y formas tan complejas que mis primeras lámparas parecían esculturas de metal, recuerda NikolayTabakov, cuyas lámparas únicas son conocidas no solo en Bulgaria, sino también en muchos países del mundo. Sus intrigantes y complejas formas están hechas con un marco de metal que el artista suelda, tras lo cual lo forra con papel nepalí hecho a mano que tiene incrustadas flores, hojas y otras decoraciones.

Creo que es precisamente por el papel que las lámparas son tan populares, dice NikolayTabakov. Tanto las lámparas como el papel están hechos a mano, y tal vez por eso encajaron tan bien en mi concepto de iluminación. A primera vista, dos papeles pueden parecer iguales, pero cuando la luz pasa a través de ellos, se puede ver cuán diferentes son, y la luz que emiten en algunos puntos está más saturada, en otros, más amortiguada. Y eso hace que la propia lámpara también sea bonita.

Al principio de los experimentos artísticos surgían formas extrañas, pero NikolayTabakov ha establecido una técnica universal que ha desarrollado, y actualmente sus lámparas son delicadas y exquisitas. He notado un gran desarrollo en mi técnica, he ido perfeccionado las formas de las lámparas y los mensajes que llevan. Ahora incluso lamento ligeramente haberme vuelto tan bueno haciendo lámparas, y echo un poco de menos experimentar, admite. El lugar donde NikolayTabakov da rienda suelta a su fantasía son las exposiciones. Sus lámparas poco convencionales se exponen no solo en Bulgaria, sino también en Inglaterra, Francia y España. ¿Cómo son recibidas ahí sus lámparas?

Tienen una buena acogida, dice el artista. En Bulgaria también empiezan a apreciarse las cosas hechas a mano, pero en Occidente hay tradiciones de muchos años en este ámbito, la gente aprecia la singularidad de las cosas. Las lámparas para exposición son literalmente obras de arte. Empiezo por alguna parte, sigo la forma, sea rectangular o cuadrada, en alguna parte se curvará. Pero nunca sé a dónde llegaré, y cuando se enciende la lámpara veo lo que ha surgido. Y eso me encanta.

Las lámparas de NikolayTabakov no se pueden conseguir en galerías y tiendas, por la sencilla razón de que él desea conocer a quienes las compran.

Primero debemos hablar, y luego pueden conseguir una lámpara mía, explica Nikolay. Hacemos un boceto, discutimos los detalles y me pongo a trabajar. Las compran personas muy diversas, pero la mayoría es gente que, como yo, se decanta por lo personal. Para mi gran alegría, la época en que se regalaban baratijas ya pasó. Ahora la gente quiere un mensaje personal y una actitud personal, y eso es lo que les doy. A menudo digo que mis lámparas tienen gente y la gente tiene mis lámparas.

NikolayTabakov afirma que inventa constantemente cosas nuevas porque las lámparas también necesitan evolucionar. Así, decidió que cuando las lámparas están encendidas, escriban un nombre. Esto es como un plus para lo personal, porque la lámpara está personalizada al 100 % para esa persona, explica el artista.

A principios de primavera, Nikolay organizará un encuentro con lámparas al que invitará a las personas que poseen una lámpara suya o que han hecho una en los talleres que imparte.

Mi idea es que nos reunamos, incluyendo todas las lámparas, y que haya un maravilloso espectáculo de luces de colores y mucho buen humor, que nos conozcamos y que se muestren las lámparas, dice NikolayTabakov. Las lámparas son el fruto de mi imaginación, en ellas pongo mi imaginación y mi espíritu de artista. La imaginación humana es infinita, e intento usarla en las lámparas que elaboro.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal