Bulgaria ocupa el segundo lugar de Europa en cuanto a disponibilidad de aguas termales, quedando sólo por detrás de Islandia. Los manantiales termales del país tienen una composición físico-química variada, y son adecuadas no sólo para relajación y alivio del estrés, sino también para prevención y rehabilitación de una serie de dolencias. A pesar de esto, falta publicidad eficiente que haga reconocible al país entre los países europeos líderes en aguas termales. Comparte tal opinión Síyka Katsárova, vicepresidenta de la Unión de Turismo de SPA y Balneología de Bulgaria y miembro de la Junta de directores de la Asociación Europea de Balnearios.
Bulgaria cuenta con todas las premisas para el desarrollo de turismo balneológico y de SPA de calidad en todo el año, afirma. Las tradiciones en este sentido datan de la época romana. Tenemos un recurso natural (aguas minerales termales) y un clima maravilloso, muy buenas instalaciones, hoteles y centros de SPA y balneología modernos, así como personal cualificado.
Tras la larga y atareada semana no hay nada mejor que uno se relaje en las aguas termales de una piscina de agua mineral. Y los beneficios son muchos: a diferencia de las piscinas corrientes, las de aguas minerales no contienen productos químicos nocivos para mantener el agua limpia, y los minerales penetran de forma natural en la piel para restaurar el equilibrio a nivel celular, lo cual tiene un efecto benéfico en una serie de órganos y sistemas del organismo.
En los alrededores de Sofía hay numerosas piscinas minerales. A 12 kilómetros al sur desde el centro de la ciudad, cerca de la garganta de Pancharevo, en el río Iskar, se encuentra el complejo “Korali”. En dicho complejo hay una piscina termal grande y otra pequeña, una cueva de agua y piscinas de aguas frías. El agua mineral brota del manantial a 47°C, y en la piscina se enfría a aproximadamente 30°C. Tiene efectos beneficiosos en el sistema nervioso, y los baños de contraste en agua caliente y fría mejoran la circulación sanguínea y fortalecen el sistema inmune.
Algo más lejos, a 70 kilómetros de Sofía, y a 30 del centro de montaña de Bórovets, a unos 8 kilómetros de la localidad de Kóstenets, se encuentra el complejo de baños minerales del pueblo de Pchelín. Hace años, debido a los manantiales curativos, el complejo tenía una piscina mineral al aire libre con playa, un centro de curación y rehabilitación y un hogar de convalecencia infantil. Actualmente el complejo de la pintoresca localidad serrana se ha transformado en un hotel SPA con dos piscinas de aguas minerales. El agua que hay en ellas cura enfermedades del aparato locomotor, del sistema nervioso periférico y de afecciones ginecológicas y cutáneas. El agua que brota a 72,8°С hace de este manantial uno de los más calientes de Bulgaria.
También en la región de Kostenets, al sur de la autopista Sofía–Plovdiv, se encuentra el complejo mineral de Dolna Baña. Independientemente de la temperatura exterior, siempre que no esté muy por debajo de 0 grados, uno puede relajarse en cualquiera de las tres piscinas exteriores (normal, infantil y jacuzzi), en las cuales la temperatura del agua oscila entre 28° y 43°С. El agua mineral del manantial brota a 67,8°С, cura dolencias reumáticas y cutáneas, y también tiene efecto benéfico en los sistemas cardiovascular, respiratorio, digestivo, locomotor, nervioso y reproductor.
Una buena elección para descansar a primeros de diciembre entre la hermosa naturaleza de los Balcanes son los manantiales de aguas minerales en los alrededores de Troyán, cerca de los pueblos de Shípkovo y Chiflik. Los tres manantiales, que brotan a temperaturas de entre 18°С y 35°С, curan dolencias hepáticas, renales, estomacales, neurológicas y oculares. El clima también es adecuado para personas con enfermedades pulmonares.
El pueblo de Chiflik se encuentra en el pintoresco valle del río Beli Osam. La piscina mineral exterior, localizada en la parte alta del río, a unos 19 kilómetros al suroeste de Troyán, tiene una temperatura del agua de más de 30°С y está abierta todo el año. Cerca está el jacuzzi caliente en el que uno puede relajarse también cuando hay temperaturas más bajas en el exterior. Cuando el tiempo atmosférico es propicio se puede ir paseando hasta la reserva “Kozia Stená” (la reserva natural más pequeña del Parque Nacional de los Balcanes Centrales), uno de los pocos lugares de Europa donde aún crece la hermosa flor de montaña “edelweiss” (pié de león).
Otros atractivos para los amantes de los deportes de invierno y los placeres termales son las piscinas minerales exteriores cerca de los pueblos de Ogñánovo y Dobrínishte, no lejos de Bansko, así como los manantiales termales de Sapareva Baña, cerca del centro de montaña de Bórovets, en los que uno puede zambullirse al regresar cansado de esquiar.
Es bueno que las personas aquejadas por alguna dolencia se aseguren primero de que la composición del agua mineral no les perjudicará. Es, igualmente, importante que las personas con problemas cardiovasculares sepan que las piscinas de agua demasiado caliente no son adecuadas para ellas.
Versión en español por Marta Ros
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