Dancho Radulov es uno de los intérpretes del kaval (la flauta pastoril búlgara) más conocidos de la llamada “generación media”, dedicado a la forma tradicional de tocar este instrumento. Mediante su arte se ha desmarcado de la mayoría de sus coetáneos que han sucumbido a las tendencias musicales modernas, e incluso extravagantes, de tocar el kaval. Ha logrado conservar la “sonoridad melosa”, el estilo, la estilística y la ornamentación típicos de los antiguos maestros instrumentistas. Las danzas folclóricas joró y las piezas instrumentales de su autoría están llenas del espíritu de jubilo reinante antaño en las fiestas y las ferias pueblerinas.
Con motivo de su próximo 60 aniversario, Dancho Radulov hace balance de su vida, recuerda a sus primeros maestros, como también los momentos estelares de sus conciertos por el mundo.
Soy natural de Suvórovo, una pequeña ciudad cerca de Varna. Mis dos estirpes se mudaron allí de la provincia de Yámbol –dice en una entrevista a Radio Bulgaria el artista– . Desde la más temprana infancia escuchaba a mi abuelo, que tocaba el kaval. Mi otro abuelo era un excelente cantante. Solíamos escuchar los programas de música folclórica de Radio Nacional de Bulgaria. Los reconocidos músicos búlgaros Zhelo Dimov y Nikola Ganchev frecuentaban nuestra casa. Cuando nos mudamos a Varna empecé a asistir a una escuela folclórica y con los otros niños formamos una orquesta. Mi primer maestro de música fue Tsviatko Denkov. Antes de ir a la Escuela Nacional de Artes Folclóricas de Kótel ya tenía experiencia de tocar en conjunto. En la escuela me tomó a su cargo el joven intérprete del kaval Dimcho Zhélev quien, por su forma de tocar, se aproximaba a la maestría de los máximos exponentes de este instrumento. En la Academia de Música, Danza y Bellas Artes de Plovdiv estudié con los profesores Vasilev y Dosev. Fue todo un laboratorio para creación de obras dancísticas, orquestales y de coro. El primer arreglo y primer solo de mi autoría fue “Joró de Kozludhansko”. Durante un corto período de tiempo fui integrante de la orquesta del conjunto folclórico “Trakia” de Plovdiv. Siendo todavía estudiante de segundo curso, el director artístico principal del conjunto folclórico “Varna” me invitó a ser director de su orquesta.
Dancho Radulov habla también de algunas citas inolvidables con el público:
La experiencia más emocionante la viví en Perugia, Italia. Nuestro concierto tuvo lugar en un campus estudiantil, con un público de gente joven. Acabados el concierto y los bises, salimos por la puerta de empleados, y allí estaba todo el público esperando en dos hileras aplaudiéndonos. Gritaban “fantástico”, “fantástico”; recuerdo esas palabras. En EEUU, con el coro El Misterio de las Voces Búlgaras ofrecimos conciertos en las salas más prestigiosas. Cada solo estaba seguido por atronadores aplausos que nos impedían continuar. Un momento importante de mi actividad musical fue mi trabajo en Besarabia, de donde son mis antepasados. En el instituto de enseñanza secundaria de Bolgrad enseñé cultura y folclore búlgaros, creé una orquesta, una escuela y un orfeón. Luego me fui a Tvardita, en Moldavia, donde hay un colegio musical. Allí di clases individuales de kaval y gaita. No me puedo imaginar cómo sería mi vida si no hubiera aprendido a tocar el kaval. He pasado toda mi vida con este instrumento musical y el folclore.
Versión en español por Marta Ros
El 1 de abril es el día en que podemos divertirnos tranquilamente a costa del otro, por supuesto, siempre que lo hagamos con buenas intenciones. Este es el Día Internacional del Humor y la Broma, que nos recuerda que la risa es el camino más corto para..
La aldea de Turia, al pie de la Cordillera de los Balcanes, acoge a miles de participantes en los juegos de mascarada Ancianos en Turia. En la presente edición del festival del 30 de marzo participarán 28 grupos de kúker de toda Bulgaria. Cada año el..
"En una vasta región del norte de Bulgaria, el jinete San Teodoro (San Todor) es conocido como un personaje demoníaco, teniendo definiciones populares tan pintorescas como: el santo vampirizado , endemoniado o diablesco ... San Teodoro..