En el sofocante calor de agosto artistas de ocho países se han reunido en la aldea de Gorna Lípnitsa, en el norte de Bulgaria, para presentar sus conceptos creativos sobre “El camino como rito”. Sus caminos los condujeron al pequeño pueblo, próximo a la capital medieval de Bulgaria, Veliko Tárnovo, para participar en la octava edición de la Residencia del Arte “La vieja escuela”.
“Los materiales escritos que proporcionamos previamente a los artistas incluían preguntas como: “¿Dónde comienza el camino? ¿Es una línea recta o una vuelta ritual? ¿Nos detenemos a lo largo del camino o nos desviamos del mismo, a qué paso avanzamos? –explica Dimítar Palov, organizador del evento– . En la exposición de clausura las obras deberían dar respuesta a la pregunta sobre el propósito del viaje del artista o de cuál es, en general, el propósito del viaje de cada ser humano desde su nacimiento hasta el final”.
Hace años ya que el eco del timbre no resuena en la vieja escuela del pueblo pero desde el 2010 ésta abrió sus puertas al arte ritual contemporáneo. A lo largo de los años, los talleres y el patio de la escuela han dado acogida a casi 80 participantes búlgaros y extranjeros. La actual edición de la Residencia del Arte reúne a artistas que se encuentran en diferentes etapas de su trayectoria creativa y vital.
“El participante de mayor edad, Rafi Műnz, de Israel, tiene 78 años, y el más joven, 28 –prosigue Dimítar Palov– . Como todos los años, junto con los artistas principales, procedentes de diferentes países, trabajan artistas locales, a quienes llamamos artistas rituales. Un año más tenemos una gran escuela infantil; a la fecha los niños rebasan de 30. Todos estudian el tema del Camino, los proyectos son muy interesantes.
Tenemos una fotógrafa, Julie Glassberg, de París, tenemos un artista visual, Adam Hines–Green, de Inglaterra, también un artista que se dedica a las instalaciones, Jason Kofke, de Norteamérica, y Susanne Berkenheger, de Alemania, es también periodista en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. Tenemos invitados de Suecia y España. Este año recibimos más de 80 solicitudes de participación en la Residencia por eso hemos buscado proyectos que, de alguna manera, estén relacionados con Gorna Lípnitsa, su historia y sus costumbres, y que involucren a los lugareños. Por ejemplo, el proyecto de Suzanne es muy interesante. Ella ha encontrado en la escuela una foto vieja que captura un edificio en alguna parte de la aldea. Luego ha recorrido el pueblo y con la ayuda del traductor de Google ha ido preguntando a la gente local: “¿Qué es esta cosa? ¿Dónde está?” La gente mira lo que escribe en la pantalla de su teléfono, luego le va explicando en búlgaro, finalmente Susanne lee las instrucciones del traductor automático. El objetivo es tratar de encontrar el edificio en cuestión y, usando la confusión de la traducción, escribir una historia que publicará en el diario para el que trabaja”.
Los habitantes de la aldea de Gorna Lípnitsa cada año participan activamente en el programa paralelo del festival. También en la actual edición las mujeres del grupo local de aficionados folclóricos recibieron a los invitados con una bienvenida ritual, ofreciéndoles hogaza caliente, miel y sal de especies. Además harán gala de sus habilidades durante el inminente “festival del pan”. “Estе año en el certamen participan dos curadores que han preparado para los artistas y los vecinos de la aldea una serie de conferencias dedicadas al arte contemporáneo y el uso de ritos y prácticas rituales por el mismo. Habrá una conferencia similar también para los niños. El programa incluye, asimismo, conciertos y otros eventos”.
Según Dimítar Palov, el objetivo de cualquier acto creativo es un cambio para mejor. Es lo que se propone a largo plazo también la Residencia del Arte “La escuela antigua”.
“Estoy convencido de que todas las ediciones hasta la fecha han tenido un profundo impacto en la comunidad local y en el pueblo, en el sentido de desarrollo y mejora –dice– . La gente de Gorna Lípnitsa, incluidos los niños, que cada año participan junto con los artistas tienen una visión diferente y más amplia del mundo gracias a la reunión con artistas de distintos puntos del planeta que presentan su propia experiencia y visión de la vida”.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Elena Karkalánova
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