“El ruiseñor del Ródope”, “La hija de Orfeo”, “El icono del canto de la montaña Ródope”, con estas definiciones, público y expertos expresan su admiración por el arte de la cantante folklórica búlgara Radka Kúshleva. La cantante ha dejado un legado invaluable de grabaciones de temas de la región del monte Ródope en el archivo sonoro de Radio Nacional de Bulgaria. Aún en vida era un ejemplo de dedicación profesional, amor e ideas innovadoras a la hora de recrear el folklore antiguo rodopiano; continuó la tradición del suave y grácil canto de las mujeres rodopianas –muy específico por circunstancias históricas– sin cambiar el estilo de interpretación. Eso se hace patente también en sus palabras: “Yo canto con ese impulso interior que inspiraba cantar también a mis antepasados”.
En 1948, por medio de las ondas radiales, Radka Kúshleva toca los corazones de la audiencia nacional, revelando, por primera vez "en vivo" en los programas de Radio Nacional, la belleza de la canción rodopiana. Su canción "Blanca tengo la tez, valiente mozo" pronto se impone como su emblema musical.
La intérprete nació en el seno de una reconocida familia musical de cantantes y gaiteros. A la muy tierna edad de 2 años entonó la canción “Se ha quedado dormido el chaval”, el primer tema que aprendió de su abuela. Otro dato interesante de su destino musical es su primera actuación en un concurso, en 1942, ante el micrófono de Radio Skopje, cuando tenía 16 años. La llevó su profesora de música, y la comisión evaluadora, fascinada por su interpretación, la invitó a actuar regularmente en el éter.
De regreso a Bulgaria, Radka Kúshleva se dedica activamente a giras concertistas en la región del Ródope. Es una etapa benéfica para su repertorio personal. En 1944, en la ciudad meridional de Smolyan por su iniciativa fue creado un coro, y cuando se estableció a vivir en Plovdiv, la segunda ciudad más grande del país, fue una de las fundadoras de un conjunto mixto. En 1949 fue galardonada en el Festival Mundial de la Juventud, celebrado en Budapest (Hungria), luego de lo cual fue invitada a hacer registros para Radio Nacional de Bulgaria.
La cantante mantuvo una importante actividad concertista con la formación “Nasha pesen”, en español, nuestra canción, con la que recorrió el país y cantó con unos de los más afamados intérpretes folklóricos búlgaros como Borís Mashalov, Mita Stóycheva y Guiurga Pindzhúrova, entre otros. Siendo una persona de espíritu inquieto y de una enorme experiencia como cantante, formó el grupo “Las hermanas Kushlev”, integrado por sus hermanas e hijas: Radka, Anka, María, Stefka, Soña, Didi. Sus interpretaciones, a capella y con acompañamiento instrumental, y también su atractiva actuación escénica convertían sus conciertos en verdaderos espectáculos.
Este año se cumplen 90 años del natalicio de Radka Kúshleva. Su hija menor, Didi Kúshleva, voz y acordeonista del grupo “Las hermanas Kushlev”, habla del legado de su madre:
Para mí es un honor y motivo de orgullo ser hija de Radka Kúshleva. Cuando hablo de mi madre y siempre cuando escucho su voz, incluso cuando estaba viva, lloro. Ella era una persona extraordinaria. Su carácter, temperamento, educación y cultura eran excepcionales. Siempre nos aconsejaba ser inigualables en el escenario, lucir impecables, no discutir con nuestros compañeros. Nunca dejamos de hacerle caso. Fue la primera en interpretar y popularizar la canción rodopiana en 1942. Estábamos hombro con hombro con nuestra madre las 24 horas del día hasta su muerte, durante una gira.
La familia de Radka Kúshleva ha hecho mucho para preservar y difundir el repertorio y la obra de la cantante. En 1993 fue organizado el primer Concurso Nacional “Con las canciones de Radka Kúshleva”. En 1996 y 1999 fueron celebradas dos ediciones más. Este año, con motivo del 90 aniversario de la cantante, en el Museo Etnográfico, adscrito a la Academia de Ciencias de Bulgaria, se inauguró una exposición. El 12 de diciembre, el Archivo Público de la ciudad de Smolyán, inauguró una muestra con materiales del archivo personal de la familia Kushlev, que donó fotografías y trajes.
Versión en español por Daniela Radíchkova
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