Cupffee es una taza de café de gofre hecha a base de productos naturales que protege el medio ambiente. Autores de la idea y realizadores del proyecto son dos jóvenes búlgaros, Miroslav Zapryanov y Mladén Dzhaúzov. Éste último habla de las aplicaciones de esta taza.

Cupffee combina dos productos, la taza y el alimento. El objetivo principal es que sirva como taza para que disminuya el empleo de los vasos de un solo uso, ya que son un gran lacra para la naturaleza. Las peores son las de poliestireno, que tardan en desintegrarse unos 500 años. Los vasos de polietileno, los de poliestireno, hasta los de papel se hacen a base de petróleo y sus desechos, como el gas natural. En la producción de los vasos de papel se usa también pulpa de madera, lo que los hace aún más perjudiciales para el medioambiente. Diariamente en el mundo se consume mucho café, siendo la tendencia que un tercio se tome en vasos de un solo uso, debido a la acelerada vida cotidiana. Con la Cupffee nuestro objetivo es, para empezar, reducir, al menos un poco, el uso de este tipo de vasos. El futuro mostrará lo que pasará.

La taza de café de gofre se mantiene crujiente y sabrosa hasta 60 minutos después de verter en ella un líquido caliente. Desde el extranjero también existe interés en el proyecto, el equipo ya recibe mensajes, provenientes de casi todos los puntos del planeta, preguntando si habrá presentaciones, como también deseos declarados de inversión. La noticia referente a la taza de café de gofre provocó un gran interés en el país, conllevando a trabajar en el sentido de elevar las capacidades de producción.

Pero, ¿cuándo saldrá al mercado la tacita crujiente?

En marzo de 2017 los primeros en disfrutar el producto serán los consumidores en Plovdiv –dice Mladén– . De uno a dos meses más tarde planeamos satisfacer el resto del mercado nacional. En cuanto al mercado externo habrá que pasar más tiempo porque hacen falta muchas inversiones.

Otro búlgaro, Trifon Mijáylov (o Mihaylov, según su transcripción en inglés) creó el primer accesorio personal para whisky en el mundo, al que llamó WooWhiskey.

Echaba de menos el ruido del chocar de los cubitos de hielo contra el cristal –porque el buen whisky se toma sin hielo– pero no quería estropear el sabor auténtico de mi bebida favorita. Así que una noche fui al taller e hice unos cuantos cubitos de roble, los procesé de varias maneras hasta dar con la combinación perfecta. Mantendré en secreto la tecnología. Gracias al tratamiento térmico específico, son necesarios apenas cinco minutos para que los cubitos WooWhiskey hagan resaltar el aroma de roble del whisky en el vaso. Eso ayuda también a que los cubitos sean reutilizables durante un largo periodo de tiempo. No cambian el sabor o el olor sino que ayudan al whisky que sea como debe ser, explica Trifon.

El lema de la marca es “Pon el barril en el whisky, y no el whisky en el barril”, y las opiniones que reciben hasta el momento los cubitos de madera son sólo positivas.

La gente no se decide fácilmente a hacer uso de los cubitos porque le preocupa que podría estropear su buen whisky –comenta Trifon– . Sin embargo, todo aquel que haya probado su efecto los recomienda con fervor a sus amigos. Los compran mayormente clientes satisfechos para obsequiarlos a amigos y conocidos. Últimamente ofrecemos la posibilidad de personalizar los cubitos, grabando las iniciales del nombre en uno de sus lados. Eso los convierte en el regalo personal perfecto. WooWhiskey cambiará el mundo del whisky para siempre. El que lo haya probado sabe por qué.

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo perosnal