“Memoria del silencio”, así se titula la primera muestra de Zhana que desde casi una década reside y trabaja en España. El cambio en su vida llegó en 2007 cuando cursaba tercer año en la carrera de derecho.

Tomé la decisión de establecerme a vivir en las Islas Canarias después de pasar allí dos semanas de vacaciones –recuerda de aquel período Zhana– . Me di cuenta de que es el lugar donde quería estar. El último año de mis estudios en Bulgaria combinaba el aprendizaje con el trabajo en un casino. Para mí fue un choque con otra realidad para la cual, a la edad de 20 años, no estaba preparada. Allí fue donde me percaté de muchas cosas que no me gustan. Esa experiencia perniciosa en mi vida también influyó en mi resolución de establecerme en las Canarias donde me siento como en casa. Supongo que sentirse bien en un lugar donde no se haya nacido o criado es algo que puede sucederle a cualquiera. A ello contribuye la gente que me rodea.

Una vez en las Canarias, Zhana empezó a buscar trabajo. Se afincó en Las Palmas de Gran Canaria y se inscribió en los cursos de la Oficina de Trabajo. Primero comenzó a estudiar diseño web, luego, gráfico. Así, poco a poco fue internándose en el mundo de la fotografía. “Evolucioné, empecé a dedicar cada vez más tiempo a lo que me gusta. Entonces es cuando se crean cosas que los demás aprecian”, explica Zhana. Paulatinamente comenzó a ganarse la vida con la fotografía haciendo reportajes, fotografiando bodas, eventos... "Empecé a recibir encargos para reportajes de estilo diferente”, dice. Un enfoque diferente se nota también en su exposición, de la cual la autora comenta lo siguiente.

Para mí, mi actual estilo de fotografiar es realmente mi estilo. Me interesa la forma espontánea de retratar, la fotografía que refleja el recogimiento de la vida privada. Para ese tipo de fotografía se usa la luz natural. Quiero profundizar más en la fotografía social. Desde hace tiempo me siento atraída por el budismo como filosofía. Quisiera que esta muestra sirva como testimonio del enmudecimiento del medio ambiente y del ser humano en éste. Quería reflejar ese momento de amaine interno en el que los pensamientos no están presentes. Es una emoción espontánea en la que el hombre y la naturaleza son uno.

Cuando no está detrás del objetivo de la cámara Zhana trabaja en un centro social donde se encarga de la organización de los eventos.

El centro es un sitio independiente que diferentes grupos y ONGs utilizan para sus reuniones, en las que discuten temas como el feminismo, por ejemplo –dice ella– . Organizamos conciertos, cursos, presentaciones teatrales… También tenemos una librería. De hecho es un espacio que dispone de bastante libertad donde cada uno puede sugerir la celebración de cualquier manifestación artística.

De cada imagen de Zhana Yordanova emana amor por la naturaleza. Los momentos cuando más me gusta fotografiar son aquellos en los que hago caminata en la montaña, en el seno de la naturaleza. Francamente, me resulta bastante difícil imaginarme retratar paisajes urbanos, aunque seguro también ese momento vendrá, concluye la fotógrafa.

Versión en español por Daniela Radíchkova