Hay que aprender a vivir también en el mundo digital. Llevamos muy poco tiempo en él. Es un mundo increíble como posibilidades pero también presenta su lado oscuro. Así lo ha expresado para Radio Bulgaria Tony Nikolov, redactor jefe del portal “Cultura”.

En el foro “El vigor de las palabras; redes, radicalización, satirización”, organizado en el Parlamento por el Día Internacional de la Francofonía, Tony Nikolov abordó los temas de la crítica antielitista, los haters y los trolls en Internet. Pero, ¿qué es el antielitismo y por qué aumenta, sobre todo en la Red?

Se trata del rechazo de cualquier autoridad y de la negativa de ver el mundo ordenado en una jerarquía política. Es bueno que dudemos y preguntemos. Por otra parte, empero, el rechazo total de cualquier cosa, la crítica antielitista global son cosas muy peligrosas. Es un fenómeno del mundo moderno que es homogéneo y estructurado en una red. La crisis afecta a políticos, personalidades públicas, artistas que deberían tener una autoridad ética. No digo que la gente deba aceptar lo que ellos afirmen sin cuestionarlo, pero en Internet hay una enorme oleada de frases como “ Ése bien sabemos cómo es , no es él la persona indicada para instruirnos etc. Hay una desconfianza generalizada.

Cuando oímos la palabra troll, lo primero que imaginamos es ese ser feúcho y peludo del bosque que vive en una cueva. Desde hace algún tiempo ese ser ha migrado para asentarse en la red. El troll es la encarnación de las personas negativas, de la gente que no deja de lanzar improperios y nos incita a ser opositores de alguien en los foros y redes sociales. Los trolls son haters a los que se le paga para ser tales.

Tony Nikolov agrega: Me preocupan los polos del odio en el mundo actual. Odiar es cosa fácil en Internet. El anonimato forma parte de la comodidad. Uno puede llegar a tener muchos rostros en sus numerosos perfiles. El troll es el personaje de la nueva mitología digital. Su dirección IP es su puesto de trabajo. A causa de los trolls, se han desatado muchas crisis en la Red y luego resultaba que la información no había sido precisa. A veces, conmocionada por determinada desgracia, la gente se agrupa y siempre hay alguien para encauzar hábilmente sus emociones. Incluso se puede llegar a casos en que uno se tome la justicia por sus manos. Esto puede desembocar hasta en una revolución.

Los trolls forman parte de la comunidad más nutrida del odio, la de los haters. En la calle un hater puede tener apariencia muy normal y benevolente, pero sentado ante la pantalla del ordenador se convierte en una verdadera bestia:.

El haterismo es un fenómeno psicológico. ¿Por qué uno siente odio? Es que aborrecer es patógeno para el que odia. Si en un océano, por vasto que sea, se sueltan bacterias patógenas éstas van contagiando porciones cada vez más extensas del mismo y, al final, aflora a la superficie una extraña espuma. El haterismo moderno es precisamente esto. Es muy peligroso, ya que todos estos ánimos van contagiando a la gente joven incluso en su edad tierna. La accesibilidad del océano en que nadamos es también un problema. No está controlado y éste es uno de los derechos que otorga la democracia. Pero, al igual que las setas comestibles, en el bosque también las hay tóxicas. No sabemos cómo protegernos. Cualquiera puede tener una opinión negativa, de rechazo, pero el hater lo niega todo. Y es que no se puede renegar de todo. Uno no puede afirmar que no debe existir la política y las elecciones.

El haterismo excesivo puede aplastarle la autoestima a uno, provocar estados depresivos y llevarle a uno a desistir de crear obras de autor. También puede tener consecuencias más graves aún. Tony Nikolov comenta por qué resulta tan ardua la lucha por combatir a los haters en Internet.

La lucha contra el haterismo y los trolls se parece a la lid que se libra entre la libertad y la censura. Si quitas un perfil determinado, enseguida aparece otro, como si se tratara de un dragón de cien cabezas. En el, mundo digital la persona maliciosa y malintencionada se siente mejor protegida que en el real. El mundo digital concebido con buenos propósitos y para ofrecer una capacidad intelectual increíble trae sombras del Mal. Hay gran número de sitios electrónicos racistas y nazis, una propaganda feroz, azuzamiento contra determinadas personas etc. En un momento determinado uno cae en la cuenta de que vive en una casa sin ventanas ni puertas en la que cualquiera puede entrar. Hay que tener mucho cuidado.

Versión en español por Mijail Mijailov