Todo aquel que deposite ciertos documentos puede ser gerente y adquirir una empresa ya que no existen mecanismos de control–señala– . Algunos de los documentos exigidos por los funcionarios de registro deben ser notarizados. Sin embargo, estos documentos son presentados por el nuevo gerente con certificación notarial ficticia, y para otros ni siquiera se exige. Si alguien quiere adueñarse, por ejemplo, de mi compañía, presenta una declaración diciendo que desde ese momento es el administrador, sin que exista un control sustancial sobre la circunstancia declarada. Lo mismo es válido si alguien vende su empresa a un tercero con un contrato falso. Según la Agencia de Inscripciones, en el 99% de los casos esto se hace sin la intervención de un notario.

Muy pronto el Registro Notarial y el Mercantil serán conectados, después de que a mediados del mes pasado fueron modificadas dos ordenanzas sobre los archivos oficiales de los notarios y del acceso al Registro Mercantil. De esta manera la Agencia de Inscripciones ya podrá comprobar en cualquier momento la autenticidad de los documentos en caso de una transferencia de acciones sociales y de cambio de los administradores y así ejercer el control.

Dicho de otra forma, el notario certificará un contrato de venta de acciones de la empresa y lo inscribirá en su propio registro –explica Krasimir Katrandzhíev– . Además, será su obligación reproducirlo en la matriz general de información, el llamado sistema de información Unidad. Al registro general de la Cámara Notarial tendrán acceso los funcionarios de registro, que verificarán si los contratos realmente han sido certificados por un notario. Es una medida que a esta etapa tendrá su importancia, lo mismo que nuestra propuesta de que sea certificado por notario también el cambio del gerente de la empresa.

Los ladrones de empresas se orientan a compañías con una facturación de millones de euros, afirma el notario y agrega que este fenómeno es desconocido para el resto de los países europeos.

Invitamos a expertos en Derecho Mercantil de Alemania y Austria, que quedaron perplejos ante nuestro régimen liberal. En esos países cada empresa se registra, y las acciones relacionadas con la reinscripción se realizan únicamente por medio de un notario, mientras que en Bulgaria cualquier persona que tenga una firma electrónica puede presentar documentos. En principio, la firma electrónica no es vulnerable a la manipulación pero en este país más de 400 mil personas tienen una. Tiempo atrás todo tipo de gente vendía su identidad, en tanto que hoy en día hasta los difuntos se “proveen” de firma digital. El proceso es incontrolable ya que escritura de apoderamiento se puede obtener con firma electrónica, sin que uno lo sepa siquiera, y los documentos se presentan básicamente con firma electrónica. O sea que el problema no radica en tener una firma digital sino en que se abusa de ésta y que el control se ha rebajado.

El fenómeno robo de empresas existe desde hace una década y se ha convertido en negocio. No obstante, paradójicamente, casi no hay personas condenadas a la falta de tipo del delito en que basar la responsabilidad penal, según las explicaciones de la Fiscalía. La ministra de Justicia, Ekaterina Zajárieva, dijo que se están discutiendo enmiendas al Código Penal para aumentar la pena por apropiación de empresas de los actuales dos años de prisión a seis. Sin embargo, por estricto que sea el precepto escrito, sin acciones reales del Ministerio Fiscal éste quedará solo en un deseo.

Versión en español por Daniela Radíchkova