La elección musical de la leyenda del espacio radiofónico Toma Sprostranov ha formado el gusto de varias generaciones. Favorito de los melómanos búlgaros, pone la música que los oyentes buscan y no encuentran en otra parte. Ya de pequeño mantenía correspondencia con gente de todo el mundo e intercambiaba con ellos discos de gramófono. Así se hizo con una envidiable colección musical muy variada, única en esa época socialista. Más tarde, y a pesar del restrictivo régimen, por ser su mujer Judith inglesa tenía derecho a viajar al Oeste, y cada vez que regresaba de Inglaterra traía consigo al menos 100 discos de vinilo de música variada. Y lo mejor de esa así llamada en la época del Telón de Acero “música decadente” era que consiguió ser emitida. Elocuente narrador, con un conocimiento enciclopédico sobre la vida musical del pop, rock y jazz, llevaba a cada artista a consagrarse como favorito del público. Recuerdo cómo escuchabamos admirados sus emisiones y las grababamos en enormes y aparatosas grabadoras. Despuésesasgrabacioneslas poníamos en nuestras fiestas. Gracias a Toma Sprostranov sonaron por primera vez en Radio Nacional de Bulgaria los Beatles, los Rolling Stones, Shadows, Animals y muchos otros artistas occidentales.

Los primeros años de la democracia las cosas cambiaron, y sólo con él se podía escuchar también música rusa, que para el resto de redactores musicales de repente era tabú. Siempre estaba en la cumbre, porque no era redactor musical por formación, sino por vocación. Fue jefe de los programas musicales de Radio Plovdiv mientras estaba en el Instituto Agrícola de Plovdiv. Más tarde fue invitado a Radio Sofía. En los años 90 también participó en las emisiones de la redacción búlgara de la BBC. Pero no nos apresuremos. El 4 de enero de 1979 fue para él un día inolvidable, ya que nació su tercera hija, María, y en la emisora Horizont vio la luz su programa de culto, Notas Vibrantes, que aún hoy mantiene su popularidad. ¿Cuál es la fórmula del éxito?

„No estoy de acuerdo con el dicho popular “Lo conocido es lo favorito”. Muchos redactores musicales ponen piezas de éxito que es obvio que gustarán, porque ya son favoritos. Sin embargo, en Notas Vibrantes yo pongo por primera vez cosas que creo que llegarán a ser favoritas del público. De este modo, sin querer, voy modelando su gusto musical. Siempre recordaré a todos y cada uno de los redactores musicales con los que he trabajado: Ana Maria Tonkova (ya fallecida, ella era la voz que me doblaba cuando yo estaba de viaje), Snezhina Stoichkova, Guergana lazarova, Darina Galova. Entre todos elegíamos qué material poner en el programa. Durante horas escuchabamos grabaciones en la fonoteca con auriculares, para elegir qué canciones de qué discos emitir”, cuenta Toma Sprostranov.

Gracias a su iniciativa, en la escena musical búlgara han actuado muchos cantantes de fama internacional, entre ellos Tina Turner. Así lo recuerda el locutor:

“Yo leía muchas revistas. Cuando vi que Tina Turner se había divorciado de Ike Turner y se había quedado con sus cuatro hijos, dos en común y dos de su matrimonio anterior, que pasaba dificultades económicas y que vivía con una amiga, le propuse a Decho Taralezhkov, en aquella época director de la redacción musical de Radio Nacional de Bulgaria, que invitasemos a Tina Turner. Ella vino y actuó por muy poco dinero, incluso la compañía musical búlgara Balkanton emitió piezas suyas inéditas”. 

Agradable interlocutor, Toma nos ameniza también con historias de sus encuentros con famosas estrellas. Una de ellas, con Sting:“Estaba en Inglaterra, en casa de unos amigos, al pie de la colina Hampstead Heath. Una mañana me levanté y vi al vecino con una chaqueta azul cortando rosas. Y como soy licenciado en Agronomía, le dije: “Por fin veo a alguien en Inglaterra podando las rosas marchitas! Por todas partes aquí veo rosas marchitas y nadie se molesta en podarlas. Acaparan toda la savia y no puede brotar una nueva rosa”. El vecino alzó la cabeza y entonces vi que era Sting. Más adelante, Sting dio un concierto en Bulgaria. Fui a pedirle una entrevista, me miró y me preguntó, “¿Nos conocemos?”. Le respondí, “Sí, nos vimos en Inglaterra una vez que podabas las rosas, yo era invitado de tu vecino”. “¿Eres periodista y no me preguntaste nada?”, se sorprendió Sting. “¿Cómo?”, le dije yo, “Si a primera hora de la mañana un hombre poda sus rosas, no es momento para hacerle preguntas sobre música. Pero ahora sí se las haré”, recuerda Toma Sprostranov.

Actualmente, en el umbral de su 75 cumpleaños, que será en pleno verano, el 14 de agosto, Toma continúa llevando su programa musical, y es feliz con sus tres hijos y sus ocho nietos, cuyos divertidos dibujos llenan sus cuadernos, y además se ocupa de su redactora musical Guergana Lazarova, enferma de Alzheimer. Le preguntamos qué es para él la vida:

“¿Qué es la vida? La vida es en primer lugar estar vivo y sano. Sortear obstáculos con valentía, para poder ayudar también a quienes no están tan sanos. La vida es lo que uno hace, pero también es lo que te depare la suerte. También creo que la vida es alegrarte cada día. Si puedes creerlo, con todo el trabajo que tengo estos días he limpiado dos veces la nieve de delante de mi casa. La vida es salir con una pala grande a limpiar la nieve para que nadie resbale. La vida puede ser alegría, incluso mientras trabajas”.

Ahora que se acerca el 75 aniversario de Toma Sprostranov, en el Palacio Nacional de Cultura se prepara un gran concierto con la participación de famosos artistas búlgaros, así como la edición de un disco llamado “las cien canciones búlgaras favoritas de Toma Sprostranov”, y un libro sobre él.

Versión en español por Marta Ros