Los ecologistas de Greenpeace–Bulgaria, que organizaron hace unos días en Sofía un foro ambiental, centraron su atención en el tema de la adicción de Europa a los pesticidas. Los participantes llegaron a la conclusión de que los agricultores que aplican prácticas agrícolas ecológicas necesitan apoyo urgente para seguir adelante. La agricultura ecológica tiene muchas ventajas: protege la biodiversidad, y la comida sana se puede cultivar en armonía con la naturaleza. Además, la agricultura bio contribuye al desarrollo de la ciencia, las innovaciones y la modernización de la maquinaria agrícola, afirman los activistas de Greenpeace–Bulgaria.

Las desventajas de la agricultura industrial son el uso de pesticidas y fertilizantes contaminantes para el suelo, señala Pavlín Ántov, un joven agricultor búlgaro de la ciudad de Montana (noroeste de Bulgaria). Su finca se extiende sobre más de 15 hectáreas y en ella cultiva orgánicamente manzanos. Hace unos cinco años el propio Pavlín había quedado sorprendido por el hecho de que los suelos en el noroeste de Bulgaria son limpios y aptos para el cultivo orgánico de frutas y verduras. En el área de Montana no hay grandes empresas industriales, y las fábricas contaminantes cerraron sus puertas hace una veintena de años. Según Pavlín Ántov, la agricultura biológica no es sólo negocio; para él es más bien afición y vocación. El proceso de crear y cultivar las plantaciones de una manera orgánica no es tan fácil, afirma el joven agricultor y agrega:

El motivo principal es que, de momento, en Bulgaria hay un pequeño número de productores orgánicos con quienes se puede intercambiar experiencia. Hay nuevos agricultores que están tratando de iniciarse en la agricultura ecológica y buscan la consulta de los más experimentados. Estoy dispuesto a apoyarlos porque, cuanto más somos, más cosas podemos lograr si nos mantenemos unidos. Para mí, cultivar frutas de forma orgánica es filosofía y modo de vida, no es simplemente de una ordenanza o un certificado de calidad. En la base está el deseo de cuidar de la salud del suelo y de allí, de la salud de las plantas. Es una premisa para el exitoso cultivo de la producción bio. Para tener plantas sanas tenemos que cuidar de su comida y el agua, que les proporcionanos a través de las raíces o las hojas. Es mi visión en general sobre la agricultura bio. El resto viene con la experiencia adquirida a través del ensayo y del error y la experimentando con todo tipo de enfoques innovadores. Decidí cultivar manzanas ya que esta fruta es muy útil y deliciosa; está presente ampliamente en la mesa de los búlgaros como alimento limpio. Sin embargo, no sólo el suelo en Bulgaria sino tambien el clima es muy bueno para el cultivo de diferentes frutas y verduras. Para mí este es un pequeño paraíso para la producción de cualquier fruta y verdura pero la gente, en su mayoría, no lo aprecia porque lo asume como algo ha sentado. Actualmente hay muchas posibilidades de limpiar los suelos contaminados. El proceso no es tan complicado ni aterrador. Además, contamos con suficientes recursos hídricos, días de sol y todo lo necesario para el desarrollo de la agricultura orgánica.

Este año agrícola ha sido bueno para los productores orgánicos búlgaros. La humedad en el suelo y el gran número de días soleados propiciaron buenos rendimientos y una producción de alta calidad. Da motivo de optimismo también el hecho de que en el país crece la demanda de frutas y verduras orgánicas.

La calidad de nuestros productos es muy buena pero hay un déficit que nos impide satisfacer las crecientes demandas del mercado, dice Pavlín Ántov. Sólo durante el pasado mes de noviembre, por medio de revendedores y proveedores directos, ha abastecido el mercado con entre 3 y 4 toneladas de producción orgánica, limpia y de calidad.

Los clientes finales distinguen y aprecian nuestras manzanas, las prefieren a las producidas de manera convencional.Recibimos encargos de círculos infantiles y también en el marco del programa “Fruta en las escuelas”, financiado por el Estado. Aunque hemos ido aumentando el tamaño de las tierras de cultivo y nuestra producción, todavía no conseguimos satisfacer la demanda del mercado nacional. Los que hayan probado nuestros productos quieren comprar de nuevo, y el precio no es mucho mayor que el de las manzanas ordinarias. Siempre participamos en los mercados agrícolas que se organizan en Sofía y el país; es la forma más directa para contactar con los consumidores. Además, aseguramos entregas a domicilio de las cantidades pedidas. Nuestro objetivo es hacer llegar a la mesa del consumidor búlgaro manzanas limpias y frescas, a un precio asequible, concluye Pavlín Ántov.