En los últimos 15 años, el salario promedio en Bulgaria aumentó cuatro veces, alcanzando actualmente unos 400 euros al mes. Para comparar, en un país desarrollado como Francia, por ejemplo, el salario medio es superior a los 2000 euros mensuales. Es decir, la diferencia entre uno de los países más desarrollados de la UE y el último en el ranking europeo es de más de 5 veces. El análisis de las estadísticas secas conduce a conclusiones aún más alarmantes tanto de la economía como del país entero. Por ejemplo, la Energía búlgara está al borde de la quiebra, con una deuda de unos 2 mil millones de euros. Ésta aumenta cada año en 500 millones, lo cual no impide, sin embargo, que este sector, que trabaja a pérdida, pague salarios más que generosos, de un promedio de más de 1200 euros al mes, cifra que supera tres veces la media nacional. Son buenos los salarios también en el negocio de bienes raíces, que en los últimos 6 a 7 años está en constante descenso después de la explosión de la burbuja inmobiliaria a finales de la primera década del nuevo siglo. Se cuentan leyendas de las remuneraciones en el sector financiero y bancario, que ocupa el tercer lugar en el ranking de mejores salarios medios. El que el 25 % de los activos están clasificados como problemáticos y que es dudoso que los préstamos sean devueltos jamás; el que en 2014 quebró el cuarto mayor banco en el país y el Estado tuvo que pagar a los depositantes garantizados unos 2 mil millones de euros, parece que tampoco afectó a las remuneraciones de los banqueros y sus bonificaciones.

Sin embargo, alguien tenía que pagar por todas estas crisis. Finalmente, resultó que la víctima sería la administración pública, a la que el Gobierno y el Parlamento recortaron 10 % del dinero para salarios. No es que anteriormente los salarios en el sector de la Administración Pública fueran altos, aproximadamente 450 euros mensuales (en promedio), pero semejante medida tiene un fuerte efecto populista, ya que muchos ciudadanos todavía creen que los funcionarios públicos son perniciosos, innecesarios y demasiado favorecidos. Peor pagados que los funcionarios públicos y municipales son los trabajadores en la industria de procesamiento y en la agricultura, que ocupan el último lugar en el ranking de salarios. El triste y alarmante cuadro de los salarios en Bulgaria se complementa con datos sobre las enormes diferencias regionales en los niveles de los salarios medios. Con un salario medio mensual de 400 euros para todo el país, este índice para la capital Sofía es de 550 euros, mientras que en la ciudad noroccidental de Vidin es de escasos 280 euros. Esto inexorablemente empuja a la gente de las regiones más pobres a radicarse en zonas de mayor desarrollo, provoca el despoblamiento de aquéllas y acentúa aún más la pobreza, multiplicando a la vez los problemas que afrontan los habitantes de los grandes centros urbanos. No obstante, el proceso es natural y explicable puesto que cualquiera aspira a vivir mejor.

Es un hecho, avalado por todos los datos estadísticos, el que las condiciones de vida van mejorando lenta y gradualmente para todos los búlgaros. En los últimos 15 años, el salario medio se ha cuadruplicado y esto es un logro del que ningún otro país de la UE se puede jactar. Sin embargo, las Estadísticas demuestran contundentemente que la retribución horaria media del trabajo en toda la UE es de 23,7 EUR, mientras que en Bulgaria un trabajador cobra apenas 3,7 EUR por hora de trabajo. En medio de esta situación no es de sorprender en absoluto que el salario mínimo interprofesional obligatorio y garantizado por el Estado en Bulgaria es el más bajo en la UE por sus míseros 184 EUR mensuales.

Versión en español por Daniela Radíchkova