Al iniciarse la transición a la democracia en Bulgaria, los medios informativos eran los mástiles de la libertad, mientras que hoy han degradado para llegar a depender de intereses políticos y económicos. Esta es una de las conclusiones de la Fundación “Friedrich Ebert” recogida en el reciente análisis sobre los círculos informativos en Bulgaria. El análisis resalta algunos problemas de los medios informativos en Bulgaria, de hace mucho tiempo y que aún no han encontrado solución: falta de transparencia de la propiedad, medidas ineficientes para restringir la concentración mediática, autonomía trastornada, frenado desarrollo de las funciones sociales de los medios informativos, entre otros. ¿Será posible que en un país, en el que, según lo expresado por un ex embajador alemán en Sofía, es “todo fachada democrática” de que los medios informativos son libres y fidedignos?. ¿Se convierten las redes sociales en respiradero y en substituto de los medios informativos tradicionales en nuestro país?

A esta pregunta responde el catedrático, Orlin Spasov, profesor en la Facultad de Periodismo de la Universidad “San Clemente de Ojrid” de Sofía y director del análisis mediático de la Fundación “Friedrich Ebert”.

“Es evidente que el entorno mediático tiene muchísimos problemas y uno de los centrales es, precisamente, la falta de democracia en su funcionamiento. Son pocos los medios informativos que respetan los principios de mercado reales, etc. Conocemos el carácter sensacional y callejero de los medios informativos búlgaros. No pienso que la crisis que están viviendo los círculos mediáticos debe llevarnos a una apologética sin crítica de los medios informativos y redes sociales. Por su puesto, en cierto sentido, son un respiradero pero sólo para una parte de los ciudadanos búlgaros concienzudos que se da cuenta claramente de los problemas en los círculos mediáticos, que son una elite limitada e informada. A modo grosso, los medios informativos tradicionales siguen formando la opinión pública porque cuando hablamos de prensa, radio y televisión vemos una gama más amplia de diferentes opiniones. En el proceso de los comentarios surge la opinión pública que, por su parte, tiene su influencia sobre la política. Esta es, a propósito, la única forma de que los medios informativos influyan al tomar decisiones políticas”.

La Internet en Bulgaria sigue siendo un medio informativo de exclusión. Todavía una muy pequeña parte de los búlgaros ven en esa red la posibilidad de expresar su posición civil. A pesar de ello, las redes sociales, con más frecuencia “sugieren” temas a los medios informativos tradicionales. Un ejemplo en este sentido es el caso del cantante que fue despedido del Coro “Yoan Kukusel”, que interpreta música eclesiástica eslava, por haber criticado en Facebook al ministro de Cultura, Vejdi Rashidov. El cantante estaba indignado de que para el concierto del coro en la Catedral Notre Dame de París, los cantantes recibirán solo una dieta en vez de honorarios. De la red social el tema del menosprecio hacia los artistas cual relámpago pasó a los programas matutinos de televisión.

“Esta es una tendencia interesante”, comenta el catedrático Orlin Spasov. “Los medios informativos tradicionales comienzan a ver a las redes sociales como una fuente de información y muchas cosas informativas suceden precisamente en las redes sociales. Muchas personas ahí están en condiciones de poner una noticia o algún comentario antes de que puedan reaccionar los medios tradicionales.

Expertos mediáticos resaltan que expresar opinión en las redes sociales es hacer algo público paralelamente, donde con mayor facilidad encuentran lugar temas que son tabú para los medios informativos centrales. ¿Será esto anhelar análisis periodísticos e investigaciones serias?

Versión en español por Ludmila Sávova