En el ajetreo en torno a los debates sobre la actualización del Presupuesto Público 2014, votada por los diputados la semana pasada, quedó en segundo plano y al margen de la atención pública una votación algo especial. En un día y casi de un tirón, los parlamentarios perpetuaron el 20% de IVA con que son gravados los productos alimenticios, los medicamentos y los libros de texto, y rechazaron la propuesta de aliviar el impuesto sobre la renta por concepto de juegos de lotería. Según los cálculos del autor de la propuesta, la imposición fiscal de los ingresos por concepto de juegos de azar aportaría unos 2 millones y medio de euros al erario público, bastante vaciado por cierto.

Sin embargo, la coalición gobernante, de centroderecha, votó en la plenaria en contra de la propuesta del socialista Georgi Kadiev de gravar las rentas por concepto de juegos, siendo que una semana antes la coalición la había apoyado en la Comisión Parlamentaria de Presupuestos, luego de lo cual, sorpresivamente, había depositado en el Parlamento una propuesta idéntica, pero de su propio nombre.

Ese mismo día, mientras el Gobierno y la oposición medían fuerzas en el tema de la imposición fiscal de los ingresos de juegos de azar, el Legislativo rechazó otra propuesta de reforma fiscal, elevada por el partido populista Ataka, que contemplaba un IVA nulo a los productos alimenticios de fabricación nacional, los medicamentos y los libros de texto: productos que en la actualidad se gravan con un 20% de IVA, al igual que cualquier otro producto en el mercado.

Ataka argumentó su prepuesta con los ingresos bajos de la población, motivo de su baja capacidad adquisitiva, y el alza progresiva de los precios de los productos de alimentación en Bulgaria. Además, este país es uno de los pocos en la UE en que no existe tasa diferenciada del IVA para los bienes de relevancia social como los alimentos y los medicamentos. En el Gran Ducado de Luxemburgo, por ejemplo, que tiene fama de contar con el mayor nivel de ingresos de la población en Europa, los productos alimenticios están exentos de IVA.

Los diputados se guían en sus decisiones por su pericia personal o por la opinión de especialistas competentes y análisis de expertos internacionales. Es al menos lo que creemos. No obstante, al parecer, los diputados desconocen las conclusiones del Banco Mundial sobre la estratificación social de los escolares búlgaros. Según este análisis, el sistema de educación de Bulgaria no ofrece iguales oportunidades a los niños de diferente estrato social.

Los alumnos que ostentan la mejor situación social y económica se adelantan en habilidades escolares con tres años a sus coetáneos que se mantienen al borde de la supervivencia, señala el análisis. Sobre este telón de fondo, la resolución del Parlamento de gravar los libros de texto con un 20% de IVA, y eximir de imposición fiscal las rentas en concepto de juegos de azar, es importuno e incongruente.

Los gobernantes han explicado que su decisión de mantener la tasa fiscal para los alimentos, los medicamentos y los libros de texto se ha debido a la falta de recursos. “¿De dónde vendrían, esos 600 millones de euros, aproximadamente, que harían falta para financiar semejante medida?, ha preguntado retóricamente Lachezar Ivanov, diputado por el partido GERB. Pues una pequeña parte podría ser compensada por la tasa fiscal sobre el juego de azar, por ejemplo.

Al parecer, la mayoría parlamentaria ha reconsiderado su decisión y a la larga modificará la ley reguladora de los juegos de azar. Sin embargo, permanecerá la amargura por lo visto en la sala plenaria durante la votación en beneficio de los magnates del juego y en detrimento de los ciudadanos.

Versión en español por Raina Petkova