De empleada de la limpieza en el metro a eurodiputada en el corazón del Viejo Continente. ¿Será posible? La respuesta es: sí, es la búlgara, Kostadinka Kuneva. Ella se convirtió en símbolo de la lucha sindical en Grecia después de haber sido agredida con ácido en 2008. Seis años más tarde, los votantes, mediante su voto preferencial, le asignaron el cuarto lugar de los seis eurodiputados elegidos de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza). Es la formación política que ganó los comicios al Parlamento Europeo en Grecia.

“Veo que esto es el resultado del afecto que me tiene la gente”, dijo Kostadinka Kuneva. “Me lo demuestran a cada rato, estoy recibiendo muchos mensajes de agradecimiento y saludos. Además, me llegan muchas ofertas para colaborar, para hacer realidad nuestros sueños”.

Kostadinka Kuneva nació en la ciudad danubiana de Silistra, se graduó en Historia por la Universidad de Veliko Tarnovo. Quería hacer carrera en su patria, pero el destino la llevó a Grecia. Su pequeño hijo Emanuil tenía el corazón enfermo y tenía que pasar por una operación quirúrgica muy complicada. Según Kostadinka, las mejores oportunidades para el niño estaban en Alemania, la República Checa o Grecia. El 2001 resultó un año crucial para Kostadinka. Se fue a Grecia junto con su hijo después de que la fundación Onassis había consentido pagar por la operación. La salud del niño empeoró y no pudo ser operado. Para subsistir, Kostadinka empezó a trabajar como empleada de la limpieza en el metro de Atenas.

“No podía buscar trabajo conforme a mi especialidad y mi estado social, puesto que mi hijo estaba enfermo, en riesgo de muerte”, dice Kostadinka. “Creo que muchos compatriotas sienten lo mismo porque la miseria en Bulgaria es muy grande. Por eso se van al extranjero para ayudar a sus familias”.

Kostadinka vio que su empleador no respetaba los derechos de los trabajadores y se incorporó al sindicato local haciéndose su secretaria. Ignoró las amenazas contra su vida y continuó luchando. Una noche de diciembre de 2008 fue atacada con ácido. Recibió el apoyo de todos los hogares griegos. Mientras luchaba por su vida, bajo las ventanas del hospital oía los gritos de aliento de centenares de personas que le simpatizaban: Kostadinka, no estás sola. Estamos contigo. La búlgara no escatima su agradecimiento a todos que le ayudan desde el primer día después del ataque hasta ahora. Ha pasado por decenas de operaciones, pero ha sufrido daños graves e irreversibles. Desde hace tres años recibe tratamiento en Francia. Su hijo ya está sano y a su lado. Kostadinka es feliz por sus éxitos en la escuela y está esperando la próxima operación. La búlgara ha demostrado con su ejemplo personal que puede ganar un escaño en el PE sin presupuesto, donantes generosos y votantes organizados. ¿Cómo se realiza una campaña electoral sin un euro?

“Nunca lo entendí. La gente lo realizó con su afecto”, dice Kostadinka. “No sé qué pasó exactamente. Estaba en París, me hicieron una operación. Me sacaron los puntos y al día siguiente me fui a Grecia. Eran los últimos días antes de las elecciones. La gente me abrazaba y besaba por la calle. Se ponen a llorar cuando me encuentran, especialmente las mujeres. Ven en mí la imagen de su vida difícil. Supe que griegos de toda Europa se habían organizado por Internet y habían hecho campañas en mi favor. Yo solo escribía y respondía a las preguntas de los periodistas desde mi casa”.

Tal vez ni siquiera en sus sueños Kostadinka se había imaginado como política, además en Europa. A veces el destino ofrece soluciones imprevisibles. Antes la búlgara ha ignorado las ofertas de participación en elecciones parlamentarias y europeas de muchos partidos, incluso del famoso PASOK. En las últimas elecciones aceptó la proposición del partido Syriza.

“Syriza es una coalición de organizaciones de la izquierda que tienen la idea de ayudar a los trabajadores, de ocuparse de los problemas de la población y no solo de economía y empresas”, explica Kostadinka. “La gente está en primer plano. Siguen ideologías distintas y, sin embargo, logran colaborar en un ambiente muy bueno. No existe la obligación de votar de una manera concreta. Eso era muy importante para mí. Eso es lo que me conectó con ese partido”.

El éxito de la búlgara es un verdadero triunfo de la Vox Populi, mostrando a Europa cómo deben ser elegidos los políticos que se merecen la confianza de la gente. “Mi propósito es defender a las personas socialmente vulnerables, incluso a los inmigrantes”, estima Kostadinka Kuneva, la primera búlgara, eurodiputada, representante de otro país.

Versión en español por Ekaterina Bobeva