El Estado no debe ingerir sin delicadeza en el negocio en el terreno de las tecnologías de la información y las comunicaciones sino que ha de dedicarse seriamente a fomentar la formación de talentos suficientes. Así lo manifestó Georgi Brashnarov, presidente de la Asociación Búlgara de Compañías de Software, en el transcurso de la tercera mesa redonda anual, “Bulgarian ICT Watch”. Bulgaria ocupa el segundo puesto en Europa y el quinto mundial como destino más atractivo para la externalización de servicios. Estos datos ponen de relieve el importante potencial que tiene la industria de las Tecnologías de la información en Bulgaria. Sin embargo, esta buena posición de Bulgaria es fruto de la paradoja de que los negocios se desarrollan “a despecho” del Estado. “Es que hemos demostrado que somos capaces de arreglárnoslas solos, y los programadores búlgaros han cobrado notoriedad mundial”, dice Gueorgui Brashnarov.
Actualmente, Bulgaria resulta bastante reconocible y no hay ni una importante compañía de soporte lógico de Occidente que no tenga en plantilla a empleados búlgaros. A pesar de que de 15 universidades egresan al término de sus estudios 7 mil especialistas, cada año, el sector acusa déficit de cuadros. Uno de los problemas reside en la capacitación de los técnicos, y el segundo está generado por el gran número de técnicos que emigran a países extranjeros. Tampoco es de subestimar el problema relacionado con la concentración de los cuadros en las más importantes ciudades de Bulgaria, básicamente en Sofía y Plovdiv. El 85% de loe especialistas en tecnologías de la información se desempeñan en Sofía. En las pequeñas ciudades hay cierto nivel de desempleo pese a la gran demanda de cuadros. “El afán del Gobierno, en lo tocante a este sector, es el de ser generador y motor de un crecimiento económico efectivo”, señaló el viceministro de Economía Krasin Dimitrov.
Los índices internacionales asignan a Bulgaria un puesto importante, tras gigantes como la India, Indonesia, Estonia y Singapur. Este ramo, de por sí, está orientado a la exportación, pero los nuevos mercados en que procura instalarse son muy difíciles de alcanzar. Se trata de países como EEUU, China, Alemania, los países nórdicos: “Espero que el crecimiento en este sector llegue a ser de un 20 a un 22%, señala el viceministro, augurando cómo crecerá la industria búlgara de las tecnologías de la información. Las prioridades del Gobierno se relacionan con la cualificación de los cuadros indispensables para este sector. Se trata del único ramo de nuestra economía en que no hay desempleo y en que todos los cuadros bien capacitados son inmediatamente contratados por las compañías”. En 2013 se invirtieron en este sector 5 millones de euros para la materialización de 5 proyectos de envergadura.
En 2014 las inversiones en este ramo crecerán varias veces, promete Svetoslav Mladenov, director de la Agencia búlgara de Inversiones: “Es que nos referimos a importantes compañías norteamericanas y británicas. También hay interés por parte de compañías ucranianas y de otros países europeos con lo que ahora estamos negociando. En los últimos tres meses, la agencia ha comprobado la existencia de un interés increíble por Bulgaria para la apertura de compañías de externalización de servicios”.
Por el conflicto entre Rusia y Ucrania y la precariedad del entorno empresarial en la zona, una competencia agresiva avanza desde el Este hacia nuestro mercado: “Actualment,e somos testigos de una oleada completamente nueva. Empresas importantes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia han comenzado a llegar a Bulgaria en los últimos tres meses, dice Gueorgui Brashnarov. Las empresas del sector de las tecnologías de la información conocen bien a Bulgaria ya que las empresas búlgaras tienen experiencia internacional y los programadores de este país tienen fama mundial. Para generar un valor añadido complementario Es muy importante emplear a esos expertos talentosos y de experiencia suficiente acumulada en la ejecución de proyectos internacionales de gran envergadura”.
Versión en español por Mijail Mijailov
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