La elección de la profesión: optar entre el pragmatismo y la manifestación creativa

¿Cómo se elige la profesión? Es una pregunta que afronta toda persona joven que ha dejado atrás la infancia y está entrando en el mundo de los mayores.
Para bien o para mal, la mitad de nuestra vida la dedicamos al trabajo, de modo que, inevitablemente, el camino de la felicidad pasa por la elección acertada de la profesión. Algunos niños declaran desde muy pequeños qué quieren ser cuando crezcan. Sin embargo, una vez crecidos, muchos jóvenes suelen vacilar, errar largamente de profesión en profesión y, por último, quedar insatisfechos para toda la vida.
Además de con los sueños, la elección debe corresponderse con las capacidades del individuo, señalan los psicólogos. Con frecuencia en estos momentos cruciales intervienen también los padres, aunque ellos no siempre son el mejor consejero, sobre todo si se empeñan en imponer a sus hijos sus propias ambiciones no realizadas.
Hay otra categoría de personas jóvenes: las que optan por una profesión que les permita conciliar su esencia creadora con el pragmatismo del día a día. Tal es el caso de Denitsa, que en estos momentos estudia en el penúltimo año de la Escuela Media de Artes Plásticas de Sofía, en la especialidad de pintura.

“Nuestra escuela ofrece formación en las especialidades de Pintura, Escultura, Grabado clásico, Grabado Digital, dice Denitsa. Yo he optado por la especialidad de Pintura, pero al graduarme me propongo orientarme al diseño gráfico y estudiar algo relacionado con la publicidad”.
Denitsa explica que por mucho que quiera dedicarse a la pintura, con esta ocupación difícilmente podría ganarse la vida. Es similar la opinión Yohan Yotov, profesor de Grabado de la Academia Nacional de Artes Plásticas. Él integra el patronato de la escuela de Denitsa, puesto que su hijo estudia en ella.

“Hay que decir en honor a la verdad que disminuye de año en año el número de los jóvenes que desean estudiar Pintura y dedicarse a esta profesión, dice el profesor Yotov. Se presentan a los exámenes de ingreso menos jóvenes que en años anteriores. Hace algunos años el trabajo del pintor y su posición social eran muy diferentes a lo que son hoy. El pintor era muy respetado, cosa que no ocurre hoy, en estos tiempos de economía de mercado y de crisis. Hoy es poco rentable que el pintor se dedique únicamente al arte. Por otro lado, un artista puede volcar toda su pasión y energía en la pintura, pero es posible que los frutos de su trabajo “maduren”, es decir cobren valor apenas después de su muerte. Es así que la pintura, el grabado, la escultura se han convertido en la actualidad en una ocupación bastante aristocrática y uno debería estar realmente “loco” por su especialidad para seguir trabajando y perfeccionándose únicamente en la creación artística. No fue casual que mi hijo optara por el grabado. Gracias a él podrá desarrollarse en diferentes ámbitos. En la escuela estudian las técnicas de grabado clásicas, como también el grabado y la impresión digital, y todo ello constituye una sólida base en la que podrá apoyarse en su futuro desarrollo”.

María Lándova es directora de la Escuela Media de Artes Plásticas de Sofía. Es optimista respecto de la realización profesional de sus alumnos en el futuro.
“La idea de que el pintor es un señor de boina, con una paleta en la mano, que pinta paisajes en Monmartre, es una ilusión. El pintor está en todas partes. De hecho el mundo es, en alto grado, fruto de su trabajo. Desde el calzado y la ropa, hasta las cosas más grandes, y también las más pequeñas que nos rodean en la vida diaria: en todo vemos la presencia de la creación artística. Al graduarse muchos de nuestros alumnos comienzan a trabajar como diseñadores. Algunos entran a trabajar en agencias publicitarias. No todo informático, por experto que sea, es capaz de diseñar un modelo o hacer un material publicitario. Para este fin hace falta una persona de pensamiento creador y talento, como nuestros alumnos. Este es el rasgo distintivo de nuestra escuela. Desde el primer día impulsamos en los chicos la creatividad. Toda escuela prepara a sus alumnos para la vida, les enseña a pensar. Nosotros también les enseñamos a pensar, pero también a inventar, que es una manera de pensar a otro nivel cualitativo. La práctica ha demostrado que nuestros educandos son apreciados por todo el mundo. Por ejemplo una influyente agencia publicitaria con sede en Londres que abrió una filial en Sofía convocó un concurso para el diseño de una postal. La creatividad de nuestros alumnos les sorprendió a tal punto que los ingleses invitaron a varios chicos a trabajar para ellos, aún antes de haberse graduado. En otras palabras, la creatividad es un bien muy solicitado por el mundo y constituye una importante ventaja para los educandos de una escuela de artes. Nuestros alumnos tienen muy buen gusto, pueden dibujar y pintar, tiene gran imaginativa y capacidad creadora. Dado que dominan el lenguaje universal de las artes plásticas, pueden tener buena realización profesional por todo el mundo. Ellos no son producto de una cultura local y por eso son muy apreciados en todas partes”.

Versión en español de Raina Petkova

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