Sosiego, luz y espiritualidad: invierno en el monasterio Santa Petka, en Klisura
Acurrucado entre las colinas de la montaña Lyulin, el monasterio de Santa Petka, emana misterio y espiritualidad. Este lugar se encuentra a tan sólo 7 kilómetros de la ciudad de Bankya, cerca del pueblo Klisura y en los meses de invierno, el templo parece sumergirse más aún en un profundo silencio, alejado del bullicio cotidiano de pueblos y ciudades.
Mientras avanzamos por el estrecho sendero que lleva al templo Santa Petka, la mirada se posa sobre los montes nevados, que relucen bajo el sol invernal. Una vez cruzamos el gran portal del monasterio, nos inunda el aroma a leña de las estufas, a velas y a olíbano.
Esta mañana de enero hace un aire frío cortante y la nieve se escucha crujir suavemente bajo nuestros pies, mientras paseamos por el patio del monasterio. Llegamos a la pequeña iglesia, cuya puerta entreabierta nos invita a pasar - pero no sólo para entrar en calor, sino para encender además una vela. A descubrir sus pinturas murales, y contemplarlas mientras oscilan al ritmo de la luz de las velas.
El monasterio fue fundado en el siglo XIII siendo el centro espiritual de una gran laura, o monacato, que reunía a numerosos skiti (comunidades de ermitaños) y monasterios en el llamado Bosque Sagrado de Sofía (Svetá Gorá). Según dicen, fue precisamente aquí donde, en 1238, se detuvo la procesión litúrgica que llevaba las reliquias de Santa Petka de Bulgaria de camino a Tarnovo, por orden del zar Iván Asen II. Entonces este lugar fue consagrado por el cuerpo espiritual de la santa, y esto inspiró a los cristianos que aquí vivían, a construir un templo en el mismo sitio.
El monasterio continuó ampliándose en el s.XXI, cuando fue construida en su patio la rotonda “Presentación de la Vírgen”. Y el exterior de la zona habitable, fue cubierto de citas bíblicas que refuerzan más aún la sensación de fuerza espiritual, de pureza y de santidad.
Desde 2002, los cuidados del monasterio están a cargo de la higúmena Filoteya, junto a otras monjas. Ellas son las que reciben a los visitantes que vienen de paso a encender una vela y buscar recogimiento, lejos de la ruidosa cotidianeidad. Siento un lugar marcado por los siglos de historia, en el que el pasado y el presente se entrelazan, el monasterio Santa Petka se ha convertido en uno de los espacios sagrados de Bulgaria, símbolo de fe y de la persistencia del espíritu.
Autor: Veneta Nikolova
Versión en español: Alena Markova
Fotos: Veneta Nikolova
*schiigumeniya (схиигумения) - monja de más alto rango en la jerarquía monásica (N. del T.).
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