Escondido a los pies de la montaña Rila, el pueblo de Dóbarsko atrae a turistas de todo el país, en todas las épocas del año. Cuenta una leyenda que unos de los primeros habitantes de esta zona fueron los soldados ciegos del zar Samuel, quienes a causa del feroz invierno tuvieron que detener su marcha hacia el monasterio de Rila. Este fue un trágico episodio de la historia búlgara ocurrido en el año 1014, cuando el emperador bizantino Basilio II derrotó al ejército del rey búlgaro Samuel en las montañas de Belásitsa y dejó ciegos a sus 15.000 hombres. En la zona del actual pueblo de Dóbarsko, los soldados ciegos encontraron un agua curativa que calmó el dolor de sus ojos por lo que decidieron quedarse, y más tarde sentaron las bases de la antiguamente famosa Escuela de Dóbarsko, creada para cantantes ciegos.

La iglesia local "San Teodoro de Amasea y San Teodoro Estratilato", data de 1614 y es uno de los Cien Sitios de Interés Turístico Nacionales. El templo ha sido declarado monumento cultural y actualmente está bajo la protección de la UNESCO.

Esta basílica de tres naves alberga en su interior 460 imágenes, muchas de las cuales se alejan de las normas generalmente aceptadas para la pintura religiosa. El iconostasio está separado del altar por una pared en la que están representados los doce apóstoles de cuerpo entero, algo que tampoco es frecuente de ver en los templos búlgaros.

Es curioso además el número de las imágenes de santas, que superan la treintena. La iglesia también es única por su fresco de la escena de la Transfiguración, donde Jesucristo aparece representado en algo parecido a una nave espacial.

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La limpieza y restauración de los frescos comenzó en la década de 1970 y duró 10 años. Anteriormente estaban cubiertos por una gruesa capa de hollín formada por la combustión de las numerosas velas de cera y sebo.

Los frescos se conservan casi en su entereza, lo que se debe a la poca luz que entra en el templo, a la temperatura constante y a la excelente ventilación en su interior. Hoy en esta iglesia tan sólo se celebran oficios religiosos tres veces al año: en el día de Navidad, en el de Resurrección y en el día de San Todor.

Hay leyendas varias sobre las propiedades curativas de la fuente del patio de San Teodoro de Amasea y San Teodoro Estratilato. Su caudal es constante en todas las estaciones y el agua que brota de allí no se congela nunca, ni siquiera en los días más fríos del año.

Texto y fotos: Kostadin Atanasov

Versión en español: Alena Markova

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