El 6 de diciembre la Iglesia Ortodoxa Búlgara venera a san Nicolás el Taumaturgo. Se le suele denominar el santo de la misericordia, ya que toda su vida estuvo dedicada al apoyo a los pobres, las personas que sufren, lo inocentes y las personas que sufren trato injusto.

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Con sus buenas obras y su ejemplo san Nicolás fortalecía la fe de los cristianos y los ateos abrazaban la fe y se dirigían a Dios. Ayudaba y hacía muchos milagros en secreto. Era personificación de las palabras de Cristo: “Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto” (Mateo 6:3-4). En palabras del padre Vasiliy Saryan, responsable del templo capitalino Transfiguración de Cristo, la misericordia siempre ha sido una característica inherente que Dios espera de nosotros. “Incluso en el lejano pasado antes de Cristo, era una parte sustancial de la vida de las personas”, señala el padre Vasily para BNR. 

„Desde luego, la época era muy cruel, muy difícil y dura para la humanidad, pero sin duda, para nosotros como unas criaturas de Dios, es inherente ser misericordiosos. No es casual que Dios dice que debemos ser misericordiosos como lo es nuestro Padre celestial. Somos una creación de Dios, es decir si Dios es amor, nosotros también lo somos. Si Dios es misericordioso, nosotros también llevamos esta característica. Lamentablemente a causa de las circunstancias en la vida esta misericordia no se manifiesta en las relaciones humanas ya que requiere muchas virtudes como fe, caridad, entrega. Uno debe preferir al otro. Se trata de varias virtudes que lamentablemente es difícil encontrar en las personas del mundo actual”.  

Cuando la conciencia está anclada a la vida cotidiana y a los problemas cotidianos a uno le resulta difícil deshacerse de sus problemas personales. Por esto con frecuencia la misericordia se manifiesta durante campañas que se organizan con motivo de las grandes fiestas cristianas. En estos casos parece que es una expresión de la necesidad de limpiar nuestras conciencias. Entonces falta el sentimiento desinteresado que se requiere de nosotros como cristianos, señala el padre Vasiliy y agrega que la misericordia es algo difícil para una persona: 

“Uno puede mostrarse misericordioso respecto a sus familiares, amigos, vecinos, pero en este caso se trata de las relaciones humanas comunes y corrientes. Esto se ve con frecuencia en comparación con la misericordia global que debe demostrare a nivel humano, a nivel de tradiciones y naciones. Vemos que si existe, está relacionada con unas campañas o con fines lucrativos, u otros intereses. A primera vista vemos que es muy noble y bello lo que se hace, pero en una etapa posterior se ve que se ha hecho por interés. Así va todo el mundo y por esto la misericordia es un tema muy complicado, sobre todo en el mundo moderno a pesar de que debería ser algo muy fácil. En el mundo actual cada uno podría mostrar su misericordia y ayudar a personas que están al otro lado del mundo. Haciendo un clik uno puede hacer donaciones y prestar ayuda a personas que no le conocen, pero vemos que no es algo frecuente y requiere esfuerzos”.  

A juicio del padre Vasiliy, la misericordia puede ser instruida mediante el ejemplo que los padres dan a sus hijos. “La educación es sumamente importante para forjar virtudes en una persona y esto comienza desde el primer día de la vida, en el seno de la familia, del amor y del entendimiento en la familia”, subraya el sacerdote y agrega:

“Vienen tiempos en los cuales debemos apostar cada vez más en la piedad de Dios. Cada vez más debemos confiar en Dios. Como vemos el mundo abdica de los valores y lo que nos queda es pedir a Dios a que iluminar nuestras mentes”, termina diciendo el padre Vasily. 

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Fotos: BTA, Archivo

Versión al español de Hristina Táseva