Anualmente pierden la vida entre 20 y 30 personas en el sector de la construcción, según informó a Radio Nacional de Bulgaria el vicepresidente de la Confederación de Sindicatos Independientes de Bulgaria (KNSB), Ognyan Atanasov.

Él comentó el grave accidente ocurrido en Sofía, en el que un trabajador murió y otros resultaron heridos, debido a reparaciones ilegales en una nave prefabricada de hormigón armado. Después de comprobarlo quedó claro que los cinco trabajadores del almacén, en los que se derrumbaron los andamios, trabajaban sin contratos registrados. Según Ognyan Atanasov, en Bulgaria hay 350 inspectores, o sea hay 1 inspector por cada 10.000 personas, y no hay manera de que puedan controlar todo en el sector. Las empresas registradas en la Cámara de Constructores son solamente 7.000, añadió Atanasov y señaló que también se deben realizar controles.

El vice presidente de KNSB expresó su temor de que incluso tras el incidente actual no quedará claro quién es la empresa, cómo fueron castigados y qué medidas se tomaron para evitarlo. Destacó que los trabajadores son quienes pagan el precio y eso debe cambiar. Según él, la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo establece que la responsabilidad recae en el empleador y si no cumple con su obligación, las sanciones comienzan con 1.000 euros y, en caso de una segunda infracción, con 7.500 euros. Según Atanasov, las sanciones deberían aumentarse considerablemente, al igual que las indemnizaciones por accidentes de trabajo.