Cantantes de ópera búlgaros salen en el mismo escenario para rendir homenaje a Boris Hristov en el 110 aniversario de su nacimiento. Recreando papeles emblemáticos para el gran bajo y con una dosis de humor artísticonos recordarán sus triunfos mundiales con cinco conciertos: desde el 11 de octubre hasta el 25 de noviembre en Burgás, Varna, Plovdiv, Ruse y Stara Zagora.
“Bajos búlgaros por Boris Hristov” es un proyecto del Museo Nacional Boris Hristov que se realiza con la idea, el guión y la dirección del director de la Ópera de Ruse Plamen Beykov, y aúna los esfuerzos de cinco teatros operísticos con sus respectivos bajos más destacados. El último alumno del cantante operístico que quedó en la historia los define como “una variedad de magníficas voces, cada una de las cuales con características propias y gran individualidad”.
Las actuaciones de los cantantes de ópera se sucederán por grabaciones de archivo del Fondo Sonoro de Radio Nacional de Bulgaria, en los cuales Boris Hristov cuenta de los albores de los coros de Sofía antes de la guerra y su viaje a Italia, de los papeles que prefería y la misión en Bulgaria. Sus palabras serán ilustradas con fotografías de su vida privada y del podio musical. “Estas declaraciones serán como una recomendación hacia todos nosotros, sus sucesores y hacia los colegas jóvenes”, destaca Plamen Beykov para Radio Bulgaria.
“Con sentido del humor y con un guiño que alegrará al público he elegido dos arias cómicas”, revela más detalles del programa Plamen Beykov. Una de éstas es La calumnia de don Basilio, la otra es la gran aria de Leporello, en la cual cuenta de las conquistas de don Juan.
Los solistas participarán en algo como una jam session e intercambiarán réplicas como un juego de ping pong. Estamos pensando en un bis que aporte más alegría ya que las arias de los bajos son muy dramáticas”.
Profundo, potente, expresivo, temible, decisivo: todas estas cualidades pueden ser referidas a la voz del bajo. ¿Cuáles son las cualidades humanas que aúnan a sus portadores?
“Nosotros, los bajos, somos tranquilos, intelectuales, razonables, prudentes y tolerantes”, dice Plamen Beykov. La expresividad y las fuertes emociones tan típicas para los tenorios no son algo que es típico para nosotros”.
Boris Hristov tenía una actitud hacia el arte que se caracterizaba por la sonrisa, la levedad, el desprecio hacia la vanidad y la rivalidad en el podio y en la vida, según afirma su alumno.
“Él se daba cuenta de la altura de su profesionalidad, responde Plamen Beykov. Pero, por otro lado, demostraba una humildad razonable y orgullosa a la vez, manifestando que procuraba hacerlo todo hasta el extremo de sus posibilidades y que incluso no dudaba en pedirle perdón al público si no lograba cumplir sus expectativas. Boris Hristov poseía asimismo un sentimiento del humor intelectual, así como una sensibilidad única que llegaba a dos extremos que se excluían mutualmente. Es algo excepcional conocer una persona así”.
Era una felicidad que Plamen Beykov experimentó en1990-91, poco después de la caída del régimen comunista en Bulgaria, cuando en la patria se había desencadenado, en sus palabras, la mayor crisis económica. Precisamente en ese periodo junto con la soprano Mariana Tsvetkova tuvo la suerte de llegar a Roma para especializarse en la Academia de Artes y Cultura en la clase de Boris Hristov.
“Todos los medios previstos para otros pedagogos en el programa no fueron asignados y entonces él asumió el compromiso de trabajar exclusivamente con nosotros”, cuenta Plamen Beykov. Insistía mucho en la fidelidad a la letra que tenía que impregnarse en nosotros y convertirse en una puerta que abre el camino hacia la recreación del papel. Creo que en gran medida la clave hacia el secreto de la fuerza de su encarnación y su talento como actor radicaba precisamente en el hecho de que se sumergía plenamente en la letra y la recreaba como algo propio”.
Las clases iban más allá del campo de la música. De esta manera el alumno entendía el sentido profundo de palabras como arrepentimiento, humildad, falta de compromisos.
“En vísperas de la Resurrección del año 1991 Boris Hristov deseó que escucháramos ininterrumpidamente la Pasión según san Mateo en la interpretación de Eugen Jochum, recuerda Plamen Beykov. En el tiempo en que no estábamos en clase él entraba en la sala e insistía en que todos juntos escucháramos música. Me dio otra recomendación: escuchar los preludios de piano y fugas de Bach para perfeccionar el oído musical. Tal vez esto predefinió mi futuro destino. Llevo más de 15 años trabajando con la Sociedad de Bach y tengo decenas de interpretaciones de la Pasión según san Mateo no solo en Bulgaria, sino en el extranjero. La interpretación de la música de Bach y el profundo entendimiento de la letra dice mucho sobre el arrepentimiento”.
Hasta hoy en día Plamen Beykov sigue aprendiendo de Boris Hristov. Hoy ha llegado a los secretos de su alma que trasluce más que nada a través de la voz.
“Un alma ilustrada, profunda, que había logrado conocer”, dice el cantante operístico. El hecho de que Borís Hristov se conocía muy bien a sí mismo le daba la posibilidad de estar en paz consigo mismo, independientemente de que siempre ha sido emocional, rebosante de pasiones, e incluso conflictivo en la defensa de lo que opinaba que era cierto”.
Con reconocimiento y humildad Plamen Beykov lleva ya 10 años trabajando sobre otro proyecto relacionado con su inolvidable profesor.
“Cuando se celebraba el 100 aniversario del natalicio de Borís Hristov y tomé parte en un concierto en el Centro Cultural Búlgaro en Roma donde se encuentra su biblioteca, comencé a revisarla”, cuenta él. Habíamos oído que él estaba muy interesado en la canción búlgara, que tenía el deseo de hacer grabaciones, pero no pudo realizar este proyecto. De la gran cantidad de canciones logré seleccionar 20 sobre las cuales dejó reseñas muy detalladas, algunas de las cuales fueron traspuestas para su voz y preparadas para ser ejecutadas. Decidí aprenderlas y las presentaremos en el estudio número 1 de BNR el 4 de noviembre bajo el título de Boris Hristov –embajador de la canción búlgara junto con la pianista Bozhena Petrova”.
Fotos: operaplovdiv.bg, ÓperaEstataldeStaraZagora, InstitutoCulturalMunicipalKrasnoSelo, boris-christoff.net, MuseoMultimediaBorisHristov, Facebook / Пламен Бейков, Erio Piccagliani
Versión al español de Hristina Táseva
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