Starshel (Avispón), el más antiguo periódico humorístico y de sátira búlgaro, acaba de cumplir 78 años. Este rotativo, el favorito de varias generaciones de búlgaros, se viene editando sin interrupciones desde el 15 de febrero de 1946 y ha sobrevivido hasta hoy en día a través de todas las peripecias del tiempo y las vicisitudes de la historia. Es así porque la sátira, el folletín, la risa mezclada con lágrimas son el camino más correcto para sobrevivir y superar la vida política, económica y social en Bulgaria, opina el redactor jefe de la edición Mijail Veshim, escritor y autor de folletines, que ha dedicado su vida al periódico. ¿Qué es la risa para él?
“Para mí la risa es modo de vida. Me siento feliz por haber pasado mi vida riéndome y bromeando. Esta es la mejor manera de vivir la vida, en un estado del humor relativamente bueno, independientemente de lo que pase y concebirla desde su lado risible. Es lo que aprendí en la redacción del periódico Stárshel mientras estaba más joven y hacía mis prácticas allí. Tenía 19 años de edad cuando fue publicado mi primer folletín en Stárshel y desde entonces hasta la fecha no he cambiado mi puesto de trabajo”, dice Mijail Veshim en el estudio de Svetlozar Zhelev del programa Hristo Botev de BNR.
Desde hace mucho tiempo en Bulgaria existe una fuerte tradición vinculada al folletín y la sátira que en el pasado se utilizaban como armas políticas por escritores y artistas como Hristo Botev, Aleko Konstantinov, Rayko Alexiev, entre otros. Además, el primer periódico humorístico en el Imperio Otomano se publicó en búlgaro y no en turco. Se trata de Gayda (Gaita) que fue publicado por primera vez el 15 de junio de 1863 en Estambul. En nuestros días, sin embargo, esta tradición periodística está camino a desaparecer. ¿Por qué es así? Las causas son múltiples, a juicio de Mijail Veshim:
“Tal vez el momento es así, cambian los medios de expresión, cambian las generaciones. Las nuevas generaciones buscan otro tipo de diversiones, no tienen tiempo para concentrarse y leer algo. Parece que antes las personas se concentraban más, ahora se observa un modo de pensar que se parece a un clip y que rechaza el folletín como género. El modo de pensar como un clip se centra en los videos de 30 segundos en Tik-Tok. Por esto ya no hay autores satíricos”.
La otra causa es el ocaso del periódico como un medio informativo para las masas y el cierre de ediciones humorísticas de primera línea que tenían una historia de 200 años. Sobre este telón de fondo el único periódico satírico búlgaro afronta un reto muy serio. Por esto Mijail Veshim acepta Stárshel como una misión.
“A fuerza de las circunstancias somos los últimos exponentes del humor. El humor ha cambiado mucho a través de los años. Primero pasó a integrar los programas de televisión y cambió de carácter. Luego se convirtió en parte del show de risa…”.
Mijail Veshim mencionó los nombres de sus colegas a través de los años que llevaban con dignidad la antorcha de la risa desde el primer número de Stárshel en 1946. Algunos de ellos posteriormente se convirtieron en clásicos de la literatura búlgara como Valeri Petrov, Pavel Vezhinov, Bogomirl Raynov. Otros, a pesar de su indudable talento, fueron olvidados…
Fotos: BGNES, periódico Stárshel
Por Veneta Nikolova, texto basado en la entrevista de Svetlozar Shélev del programa Horizont de BNR
Versión al español de Hristina Táseva
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