El año pasado, la exposición fotográfica "Lejos de África", de Elena Panayotova y Atanas Kanev, recorrió varias ciudades de Bulgaria y ganó el premio Plovdiv 2023 a los logros más destacados en el campo del "arte audiovisual y la fotografía". Actualmente, la exposición está abierta al público en una versión ampliada y más completa, en la Galería "Sredets" del Ministerio de Cultura de la capital búlgara, y puede ser visitada hasta finales del mes de enero.

Las decenas de imágenes a color representan todas las perspectivas del trabajo del programa “Artistas para niños”, producido por la Fundación “Den Gri” y dirigido por Elena Panayotova durante 15 años en Bulgaria (2002-2017) y durante seis años en África (2011- 2017).

En el programa han participado más de 5.000 niños y jóvenes en situación de riesgo, y más de 300 artistas de dos continentes, y en 2016 fue uno de los ocho proyectos (de los 1.800 participantes de todo el mundo), apoyados por la UNESCO para contribuir a la diversidad cultural en el mundo. La exposición que ahora se presenta en Sofía se complementa con las imágenes de los fotógrafos teatrales Ivan Donchev y María Angelova, que han captado momentos del trabajo de los artistas y de los niños en el lugar donde comenzó el programa a principios del nuevo siglo: en el pueblo mágico de Shiroka Laka, en los montes Ródope.

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"Ahora estoy trabajando en el documental de “Artistas para niños” y he estado hablando con algunos de aquellos niños, ya crecidos, y con gente de Shiroka Laka, todos muy orgullosos de decir que la magia que tiene ese lugar ha estado presente durante todo el programa. En cierto modo, esto se debe a que tuvimos la oportunidad de trabajar en un lugar protegido donde, por un lado, los niños estaban aislados (en un centro de acogida para niños privados del cuidado de sus padres, N.del Ed.), y por otro, se encontraban viviendo en uno de los rincones naturales más bellos de Bulgaria.

Esto también tiene una gran importancia para el desarrollo de una persona: lo que le rodea a uno, su entorno. Todos nuestros festivales se basaban en cuentos de hadas multiculturales, con vestuario profesional, y cada año estos niños tenían la oportunidad de representar su papel al aire libre, ante un público de cientos de personas, haciéndose visibles. Y experimentaban esa alegría inmensa de vivir a través del teatro - lo que se convertía además en una escuela de vida. Porque a través de la experiencia es como aprendemos. Esta misma magia fue la que nos trajo a nuestro segundo patrocinador, que nos ayudó a llevar el programa a Kenia. Tenemos mucho de lo que estar orgullosos. Y ahora, después de tantos años de trabajo, para mí es muy importante hablar de lo que se ha conseguido", cuenata Elena Panayotova ante Radio Bulgaria.

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Panayotova también ha descrito con detalle los resultados y beneficios de las prácticas artísticas en su primer libro, "Teatro aplicado. Teoría y práctica entre Bulgaria y África", que fue presentado el pasado 22 de enero en la Galería Sredets como parte de la exposición. La publicación está basada en su tesis doctoral sobre el tema y en dos décadas de experiencia personal y profesional entre dos continentes.

"El libro más bien sirve de inspiración y proporciona un punto de partida. La parte teórica aborda muchas tendencias, explica qué significa "teatro aplicado", cómo surgió, y porque es un término que apareció hace sólo veinte años. Y abarca algunos procesos de hace cinco décadas en los que el teatro empezó a invadir otros espacios. Tanto mi equipo como yo hemos aprendido de nuestras experiencias, y resulta que formamos parte de un movimiento global de teatro aplicado y que hemos creado un modelo búlgaro único que contribuye a este movimiento. El libro analiza las tendencias de la participación del arte en la educación progresiva temprana en América y Europa, así como las técnicas y los diferentes métodos del teatro aplicado, de la importancia de los temas de la interculturalidad y el multiculturalismo, a la vez que comparto mi viaje personal. Creo que el libro no sólo es adecuado para los profesionales del teatro, sino también para el público general. Está libre de academicismos pesados y aporta una perspectiva diferente - una reflexión sobre un modelo educativo y social diferente."

“El término "teatro aplicado" abarca todas las prácticas que surgen cuando los artistas empiezan a invadir espacios que no son los propios del teatro”, explica Elena.

"Este tipo de teatro está "entrando" en las cárceles, las residencias de ancianos, aparece el teatro-playback, el teatro de la salud sexual…En los años 70, en la América Latina de Augusto Boal, el "Teatro del Oprimido" tuvo una enorme influencia en Europa. Ahí el público no era un mero espectador, sino que participaba en el propio espectáculo. Es decir, de pronto se rompe la frontera entre artista-espectador para que el propio público se empodere a través de la participación en el proceso, y obtenga así soluciones reflexivas a cuestiones o situaciones reales que le preocupan. Estas prácticas no trabajan con una dramaturgia prefabricada, sino con situaciones de la vida misma, o con hechos concretos. Y una vez que el "público" se atreve a representar sus problemas en una situación teatral, eso ya le da la confianza de que también es capaz de cambiar su vida real".

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Plenamente convencida de los resultados vistos en su experiencia, Elena Panayotova afirma, rotunda, que ahora lo único que toca hacer, es lo que ya se está aplicando en Europa: que el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura de Bulgaria se estrechen la mano para que el teatro pueda entrar a formar parte de la educación. Es importante crear disciplinas para la formación de educadores teatrales y apoyar a los profesores y artistas que quieran trabajar en este campo. Por este motivo, en la clausura de la exposición “Artistas para niños”, el 31 de enero, se celebrará un debate con representantes de instituciones públicas para discutir las posibilidades y vías para que el arte y el teatro entren en el proceso educativo de las escuelas.

 "Este proceso llevará probablemente años, pero tiene que empezar por algún lado", admite Elena. Un proceso que para ella personalmente comenzó entre los mágicos paisajes de las montañas Ródope, los increíbles colores de Kisumu en Kenia y la inspiración de las sonrisas de unos niños felices. Todo esto puede experimentarse en primera persona, en la exposición "Artistas para niños" en Sofía, que se desplegará más tarde a una escala aún mayor, en la Galería de Arte de la Ciudad de Ruse durante la Noche de los Museos, el próximo mes de mayo, 2024.

“También habrá un amplio programa complementario de formación y conferencias sobre fotografía y teatro aplicado. Ya hay interés también desde el extranjero”, dice Elena Panayotova que se encuentra en la última etapa de la realización del documental homónimo. En él podremos ver de cerca historias felices y no tan felices de niños que han pasado por la Academia de Teatro “Artistas para Niños”. "Cómo en la vida misma. Y como en la exposición", añade la directora.

"Es muy difícil aprender a dar. Aceptar que puedes dar algo, que puedes sembrar una semilla en alguien - pero que ese alguien, sea niño o adulto, es el único responsable de qué parte de esa semilla brotará en él, y de adónde le llevará después. Por eso precisamente, es tan importante que inspiremos la esencia más auténtica de un niño - para que descubra su talento, su propia alegría de vivir. En realidad, al hacer algo que te gusta, vuelves a tu alegría de vivir. Y esto te da, en definitiva, muchas más posibilidades de realizarte en el futuro", comparte para concluir Elena Panayotova.

Autor: Vesela Krasteva

Versión en español: Alena Markova

Fotos: Elena Panayotova, Atanas Kanev, Ivan Donchev