Los ciudadanos búlgaros que viven en el territorio de Italia suman 50 000 según las estadísticas oficiales, pero según las no oficiales son unas 90 000 personas, señala en una entrevista para Radio Bulgaria Neli Simeonova, directora del servicio consular en la Embajada búlgara en Roma. En sus palabras, el mayor número de nuestros compatriotas está concentrado en el norte de Italia, en proximidad a las ciudades de Milano, Bolonia, Florencia y Turín, donde trabajan en el ámbito de la producción industrial. La otra parte de los búlgaros en Italia están en el sur del país y allí encuentran trabajo como asistentes domésticos, en la agricultura y en la construcción.
Resulta que los documentos personales de muchos de los búlgaros en Italia han expirado, pero a causa de su ocupación laboral afrontan dificultades para ir al Consulado y renovarlos. “Tratamos de no imponerles multas, a pesar de que la ley lo requiere, pero entendemos a las personas y tratamos de expedirles los documentos de la manera más rápida posible”, señala la directora del servicio consular de la misión búlgara en Roma.
“Según mis impresiones el 80% de las personas aquí trabajan sin contrato y esto no está muy bien, porque no tienen seguridad social y laboral. Si necesitan de tratamiento médico no pueden aprovechar los servicios gratuitos en los hospitales, señala Neli Simeonova, que opina que no hay cambio en lo que se refiere al trabajo ilegal.
Esto puede ser confirmado por el hecho de que la mayoría de los búlgaros desean pagar en efectivo, a pesar de que tienen la comodidad de pagar en una terminal de punto de venta. No desean pagar con tarjetas porque evidentemente no tienen cuentas a las cuales se les transfiera el dinero por los servicios cumplidos”.
No son algo raro los casos de derechos laborales violados de búlgaros en Italia. Se dirigen al Consulado los búlgaros sin contratos laborales para pedir cooperación:
“Desde luego, entramos en contacto con el empleador, tratamos de ayudar y en la mayoría de los casos le obligamos a pagar lo debido. Si los búlgaros desean regresar a Bulgaria, deben pagarles los billetes de regreso, algo que es muy difícil de lograr, mantenemos largas conversaciones y nos intercambiamos acaloradas réplicas, pero logramos ayudar.
En la mayoría de los casos, desde luego, no podemos, ya que no podemos encontrar al empleador, ni demostrar que una determinada persona ha trabajado. Con frecuencia resulta que los empleadores que han engañado a nuestros compatriotas son del sudeste de Europa, no voy a mencionar países, pero esto es un hecho”, señala Neli Simeonova.
En sus palabras, el trabajo en el Consulado es un gran reto y si una persona no está enamorada de él no puede soportar la presión, reaccionar con rapidez y responder a las acusaciones, “que las personas nos dirigen en una situación difícil porque desean que sus problemas se resuelvan”.
Lo importante es que sean descubiertos los pasos correctos para la resolución de los distintos casos complicados señala la señora Simeonova, que tiene una larga experiencia, ya que trabaja en el Consulado desde el año 2005. Ha sido cónsul en Túnez, Madrid, Estambul y ahora en Roma. Tiene al alcance de la mano el teléfono que está a disposición de nuestros compatriotas las 24 horas al día. Le llaman por cualquier tipo de problemas, pero hay también motivos felices:
“En 2023 organizamos 12 bodas. Lo interesante es que ninguna pareja vivía en Italia, todos llegaron de Bulgaria especialmente para casarse aquí. Había una pareja de Turquía, de ciudadanía doble, estaban muy felices. El otro suceso muy feliz se produce cuando me llaman para decirme que hay un recién nacido. Preguntan qué hacer y cómo se han de procesar los documentos.
Esto es muy agradable. Desde luego, los niños búlgaros nacen en Italia durante todo el año, no hay una estadística de su número porque algunos de los búlgaros no llaman a la Embajada porque están informados del procedimiento y no necesitan nuestra ayuda. Además, desde que Bulgaria está en la UE los búlgaros residentes en el extranjero no están obligados a registrarse en la Embajada. Esto no nos permite tener una estadística del número de las familias que viven en Italia y de los niños nacidos aquí”.
En 2023 fueron cambiadas muchas cosas en los servicios para los ciudadanos búlgaros, señala Neli Simeonova:
“Lo mejor es que ya tenemos una estación de biometría. Nuestra embajada está acreditada también para Malta, ya hemos organizado allí dos días consulares abiertos. Tomamos datos biométricos de 30 ciudadanos búlgaros cuyos documentos habían expirado y prácticamente estaban bloqueados en la isla. Sus documentos ya están listos.
Esta estación biométrica permite la toma de datos biométricos sin que sea necesario que las personas acudan al Consulado, algo que es muy cómodo para ellos.
En 2024 prevemos organizar un mayor número de jornadas consulares en Italia para poder ayudar a las personas que están bloqueadas en sus ciudades y no tienen la posibilidad de venir.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: Elena Karkalánova
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