Los gobernantes deben tener como objetivo la defensa del interés nacional, la seguridad y el bienestar de la sociedad búlgara y no la persecución de intereses privados. Es lo que ha manifestado ante periodistas el presidente Rumen Radev opinando que detrás de bellas uniones el Gobierno promueve “las ideas del escenario oscuro de la grabación”, refiriéndose a una grabación filtrada de una reunión de los gobernantes.

En sus palabras, la preparación secreta de la venta de la compañía Lukoil, que fue declarada por el Gobierno, primero en medios de información extranjeros, es un indicio de que el cambio sucede a oscuras. Con motivo de las tasas de tránsito que han sido elevadas por parte búlgara de transporte de gas natural a través de Bulgaria, el presidente ha manifestado que “los gobernantes a primera vista hablan de solidaridad e integración europeas pero con sus acciones perjudican a un país miembro de la UE, socio y aliado en la OTAN y en la UE, como lo es Hungría, país que es uno de los principales inversores en Bulgaria” y de esta manera “violan normas europeas, contratos ya firmados e intervienen en resoluciones soberanas de otros países”.