Los habitantes de las ciudades a orillas del Danubio están acostumbrados a recibir en verano a los participantes en uno de los recorridos turísticos más antiguos del mundo. Se trata del Tour International Danubien (Regata Turística Internacional en aguas del Danubio) que se organiza desde 1956 en el marco de dos meses y medio y el tramo que recorren de los botes de remo es de 2 516 kilómetros.
Bulgaria es una de las paradas de la regata desde los albores de la regata. En Silistra y Vidin existe la tradición de recibir a los participantes con un programa de música y bailes. Este ha sido el principal objetivo de los organizadores del viaje fluvial internacional: fomentar la comunicación entre las personas, promover el diálogo cultural y respaldar la solidaridad entre los aficionados a los deportes acuáticos. De este modo el Danubio se convierte en el río que consolida la amistad y la paz entre las personas, sobre todo en los países danubianos.
El recorrido este año ha comenzado el último fin de semana de junio en Ingolstadt, donde se gestó la idea. Continúa en los países coorganizadores como Austria, Eslovaquia, Croacia, Serbia, Bulgaria y Rumanía. La mayoría de los participantes en la 66ª edición de la regata en 2023 pasaron por el tramo búlgaro en los últimos diez días de agosto. Por motivos de seguridad el punto final de la regata no es Rumanía, donde el gran río desemboca en el mar Negro, sino que termina en la ciudad búlgara de Silistra.
Es un hecho curioso que en la regata toman parte personas de todas las edades y de distintas profesiones. Cada uno participa según sus posibilidades individuales y elige la longitud del trayecto y los lugares para descansar. El único requisito es que se sienta sano físicamente y que tome en consideración las instrucciones de seguridad que dan los organizadores.
Este año uno de los representantes búlgaros en la regata Internacional ha sido Ivo Piperkov, profesor de la Universidad San Clemente de Ojrid y gran aficionado a los deportes acuáticos. Dice que con su participación en la regata ha logrado cumplir uno de sus sueños juveniles.
“Las distintas etapas tienen distinta longitud, el tramo entre Novo Selo y Vidin, donde comencé yo, es de 32 kilómetros, pero entre Vidin y Lom la distancia es de 42 kilómetros. Si hay algo que no le conviene durante el viaje uno puede interrumpir su participación, pero cualquiera de las etapas de la regata está repleta de agradables emociones ya que aquí hay distintos tipos de personas que te dan interesante información y esto es como una reunión entre viejos amigos. Además, las noches en la ribera del Danubio también son muy interesantes. Hay personas que han participado en las primeras ediciones de la regata y cuentan bellos recuerdos.
En territorio búlgaro se acampa en 13 lugares, siendo los más cómodos los habilitados en los municipios danubianos de Vidin y Silistra. En el marco de su viaje uno puede diseñar un programa propio. Entre las sorpresas agradables del viaje estaba una recepción en la ciudad de Vidin.
Allí fue organizado un recorrido con un guía que nos mostró los lugares de interés de la ciudad y todos fueron invitados a un concertó con la participación de las Filarmónicas de Vratsa, Vidin y Plovdiv. Este evento impresionó muchísimo a los huéspedes extranjeros. En la ciudad de Lom, una de las paradas para los participantes, un grupo de bailes folclóricos nos mostró folclore auténtico y esto también fue un agradable recuerdo para los aventureros”.
El recorrido del oeste al este siguiendo el curso del Danubio pretende ser el más duradero del mundo. Es un verdadero acontecimiento para toda Europa y para todos quienes viven cerca del Danubio, dice Ivo Piperkov. Según dice, en algunos de los días ha habido más de 150 participantes, entre búlgaros y extranjeros, que se sumaron a la regata desde las costas búlgaras. Cada uno puede incorporarse a la aventura desde donde quiera si dispone de un bote de remo.
“Los deportes acuáticos siempre me han gustado, me he dedicado al remo, a las regatas a vela pero navegar por Danubio tiene sus peculiaridades que no pueden ser descritas si uno no las vive personalmente. El río es magnífico, trae gran tranquilidad y carga de energía, pero puede sorprender a la vez. Por ejemplo, el fuerte brillar del sol y el soplo del viento, pueden sorprender incluso las olas comunes y corrientes que pueden tambalear el bote. Es una emoción que de veras merece la pena vivir”.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: Ivo Piperkov, BTA, Ayuntamiento de Lom, Ayuntamiento de VidinEn la búsqueda de credibilidad científica, los investigadores de civilizaciones y culturas antiguas también se topan con noticias falsas creadas por los antiguos. Lo más curioso es que ya entonces lo hacían… en nombre del turismo cultural. Una de estas..
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