Desde el año 2000 en Bulgaria han cerrado sus puertas más de 987 escuelas. Así lo indica el Ministerio de Educación y Cultura. El motivo suele ser casi siempre la escasez de alumnos. Sin embargo, se observa también la tendencia opuesta: el renacimiento de viejas escuelas que fueron clausuradas hace tiempo. Un ejemplo así hemos encontrado en el municipio de Gorna Malina, cerca de Sofía. Allí se encuentra el pueblo de Osóitsa donde un equipo de valientes ha devuelto la vida al viejo edificio del colegio local, abandonado desde hace años. Así, desde hace ya un año, su patio y sus pasillos han vuelto a llenarse de alegre bullicio.
“La escuela fue construida en el año 1930 por refugiados búlgaros, tras la revuelta en Kresna-Razlog. Los refugiados encuentran un nuevo hogar en el pueblo de Osóitsa y este empieza poco a poco a crecer”, nos cuenta Tatyana Zaharieva, la directora de la escuela. “Las personas del Renacimiento consideraban que lo más importante en un pueblo era que este contase con su propia escuela, y estaban convencidos de que eso debía ser lo primero en lo que invertir. Por eso, el entonces alcalde pidió un préstamo especial para construir la escuela del pueblo. El proyecto lo encabezó un arquitecto italiano que trajo consigo a dos picapedreros italianos, los cuales se encargarían de formar a los picapedreros locales. El pueblo entero se involucró en la construcción de su nueva escuela. La construcción incluía también la torre del reloj, convertida después en monumento cultural. Cuando la vi por primera vez, la escuela llevaba abandonada casi 30 años. Lo único que el ayuntamiento había podido hacer, era reparar el tejado. Pero, gracias a la maestría con la que ha sido construido el edificio, este podrá conservarse intacto al menos por 200 ó 300 años más”, dice convencida Tatyana Zaharieva.
La escuela es ya una de las 10.000 que existen en 160 países, acreditadas para funcionar según el programa Cambridge international curriculum, que ayuda a que los niños adquieran unas habilidades que puedan usar más adelante, en el curso de su vida. Esta acreditación permite a la escuela de Osóitsa a intercambiar experiencias con otras instituciones prestigiosas del área educativa, y proporcionarles a sus alumnos la posibilidad de realizarse en cualquier punto del planeta. Además de formar parte de este programa internacional, la escuela también trabaja con el programa del Ministerio de educación y ciencia de Bulgaria, que incluye estudios intensivos de lengua búlgara, de historia, geografía y matemáticas.
“Para nosotros es muy importante que los niños estén en contacto con la naturaleza, que tengan tiempo libre para hacer deporte o rutas en la montaña, pero que también tengan una muy buena base académica sobre la cual puedan más adelante construir su futuro”, explica la directora ante Radio Bulgaria. “Personalmente, no quiero ver a nuestra escuela convertirse en una fábrica de “tornillos y tuercas” para las grandes corporaciones. Aquí queremos crear personas, fomentar el pensamiento creativo de los niños para que sigan confiando en que son capaces de conseguir todo lo que se propongan - y en que pueden cumplir sus sueños.”
Este propósito de la directora es reforzado por una larga lista de actividades extraescolares como un club de teatro, un grupo de música o el periódico escolar. En estos momentos en el edificio se está construyendo un comedor, con cocina saludable, además de una residencia donde los alumnos podrán quedarse a dormir. Tatyana ha conseguido que se involucren en su causa más de 20 profesores tanto búlgaros como extranjeros.
“Así es, nuestra profesora de música, por ejemplo, es de Cuba y se llama Irenia Vázquez. Los niños la adoran por la dinámica de sus clases. Con su ayuda, ellos mismos crearon la canción de la escuela, con música y letra propias. Queremos conseguir que los niños de toda la zona de Gorna Malina tengan su propia emisora infantil de radio”. Estos son los sueños de la directora, Tatyana Zaharieva, y está claro que está decidida a hacerlos realidad.
Versión española: Alena Markova
Foto: Facebook/ Cosmos International School
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