Los estudios de los científicos búlgaros demuestran que la alimentación en Bulgaria a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, es muy similar a la tan saludable dieta Mediterránea. La diferencia reside en un par de detalles: el menor consumo de pescado y de aceite de oliva.
"Lo más característico de la dieta balcánica es la importancia que tienen aquí el yogur y los probióticos, así como las propiedades antioxidantes de los alimentos", señala el dietista y especialista en alimentación Svetoslav Handzhiev. "Los productos provenientes de las abejas son importantísimos y también la gran variedad de frutas y verduras."
Cuando el premio nobel Ilya Mechnikov visitó Bulgaria, a finales del s.XIX, estuvo fascinado por el hecho de que en las montañas búlgaras era donde más personas centenarias había. Fue entonces cuando el científico relacionó este fenómeno de longevidad con el yogur búlgaro. En general se considera que, si no se respetan las tradiciones alimenticias de una región, es muy probable que eso nos lleve a desarrollar problemas de salud.
Otro producto típico de Bulgaria es la lyútenitsa de pimiento rojo y tomate. Svetoslav Handzhiev la define como "una bomba antioxidante". El uso de la cebolla en la mayoría de los platos tradicionales también aporta muchas sustancias beneficiosas para la salud.
Entonces, ¿cuáles son los alimentos que no deberíamos omitir nunca en nuestras comidas?
"En nuestro menú siempre tiene que haber queso y leche, o yogur", explica el especialista. "Un estudio internacional ha demostrado que Bulgaria ocupa el último lugar en la Unión Europea, en consumo de leche, y eso no es nada bueno. Porque la leche y los lácteos en general son muy ricos en proteínas saludables. La carne también debe estar presente en nuestras comidas, aunque no necesariamente todos los días, igual que el pescado - el cual suele faltar en nuestras dietas. Otro producto muy típico de la dieta Balcánica es el aceite de girasol, un alimento muy beneficioso que no deberíamos dejar de lado, e incluso optar por él frente al aceite de oliva.
“Aunque en Bulgaria no falten las materias primas de calidad y haya una gran variedad de productos, el afán que hay en el país por el dinero fácil unido a la falta de control de calidad, conduce, desgraciadamente, a la paradoja en que nos encontramos: que en los supermercados se venda un queso sin contenido alguno de leche o un embutido sin carne. Este reemplazo de nuestros alimentos tradicionales por sustitutos artificiales, tarde o temprano se verá reflejado en nuestra salud”, dice convencido Svetoslav Handzhiev, y nos llama la atención sobre nuestros malos hábitos alimenticios:
“De las llamadas “islas blancas” – es decir, la sal, el azúcar y las grasas animales, - la peor es, sin duda, la de sal”, explica Svetoslav. “La cantidad de sal que consumen los búlgaros de media es más del doble de las normas fisiológicas establecidas. Es muy frecuente ver a alguien sentarse a la mesa y empezar a echarle sal al plato sin haberlo probado siquiera. Por eso, recomendamos que haya moderación tanto en lo que a la sal se refiere, como en cuanto a la comida en general: lo mejor es que haya días de comidas más ligeras, y días en que se consuman únicamente alimentos de origen vegetal.”
El dietista aconseja que la alimentación en verano sea rica en proteínas pero también en fruta y verdura, y nos da un ejemplo: ahora es la temporada de las fresas y de las cerezas, después vienen los melocotones y los albaricoques, y al final del verano, las uvas. Es recomendable que estas frutas formen parte de nuestro menú diario de verano, junto con los tomates, los pepinos y el resto de hortalizas de estación. Cada día deberíamos incluir al menos cinco piezas de fruta en nuestras comidas.
Por supuesto, debemos evitar saltarnos el desayuno, procurar cenar dos o tres horas antes de irnos a dormir, beber al menos 1,5 l. de agua al día y andar como mínimo una hora cada día. Estos son los consejos de nuestro invitado, el especialista en nutrición Svetoslav Handzhiev, que se despide de nosotros con un mensaje para los días calurosos de verano:
“¡Salud, tranquilidad y comer con placer – eso es lo más importante!”
Versión en español: Alena Markova
Fotos: BTA, BGNESLa trigésima tercera misión polar búlgara zarpa hacia la Antártida para continuar sus estudios científicos en cooperación con estudiosos de distintos países. Por primera vez a bordo del buque científico santos hermanos Cirilo y Metodio se encuentran..
No hay estadísticas exactas sobre el número de búlgaros en el extranjero, pero un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores del año pasado indica que hay unos 2,8 millones de búlgaros viviendo fuera del país. Según el censo de 2021 realizado..
La Embajada de Francia y еl Instituto Cultural Franc és reunieron a científicos que compartieran su experiencia en relación con los retos científicos en la Antártida y la lucha contra el cambio climático. Socios del evento eran el Instituto Polar..
La usurpación del patrimonio cultural e histórico es una de las múltiples e inevitables consecuencias en cada conflicto militar tanto en plan histórico..