En una carta dirigida a los líderes e instituciones europeas, el presidente Rumen Radev insta a que la adhesión de la República de Macedonia del Norte a la UE se base en el cumplimiento de los criterios de adhesión y no en políticas de presión. Según Radev, los Estados miembros de la UE pueden ayudar a que los procesos de integración de la República de Macedonia del Norte se centren en el respeto de los derechos humanos y los principios de buena vecindad.

"En lugar de trabajar para cumplir las condiciones, Skopje vuelve a recurrir a la presión política activa para ocultar su falta de voluntad política de cumplir los criterios de adhesión. Se están incrementando los ataques y la incitación al odio contra Bulgaria, se están introduciendo 'listas negras' para prohibir la entrada al país a ciudadanos búlgaros, aumentan los casos de violencia física, acoso administrativo y judicial hacia personas con identidad búlgara, y hay amenazas constantes a sus puestos de trabajo, solo por ser búlgaros. Este ambiente obstaculiza gravemente el desarrollo de los lazos comerciales, económicos y culturales entre ambos países", afirmó el presidente.