En la sesión extraordinaria de las 13:00 horas, la Asamblea Nacional votará la composición y estructura del proyecto de gabinete Denkov-Gabriel. Durante este proceso, se determinará si los partidos políticos lograrán devolver el gobierno del país a la Asamblea Nacional, en conformidad con la Constitución, o si los procesos en Bulgaria continuarán siendo dirigidos por el Gabinete interino formado por el presidente Rumen Radev. El acuerdo entre las dos principales formaciones políticas, GERB-CDC y Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática es considerado por muchos analistas como un "matrimonio de conveniencia" entre dos entidades políticas que se repudian mutuamente. Sin embargo, los observadores no dejan de señalar que con su voto, el pueblo búlgaro ha otorgado legitimidad a esta evolución del proceso político.

Las dos principales formaciones políticas disponen de mayoría numérica para elegir a su Gabinete. Sin embargo, el Movimiento por Derechos y Libertades, que ha desempeñado con éxito el papel de equilibrador en el Parlamento búlgaro a lo largo de los años, no ha manifestado claramente su posición de voto. Por otro lado, otros dos partidos parlamentarios, el Partido Socialista Búlgaro y el Renacimiento, se mantienen firmes en su decisión de no apoyarlo. En una publicación en Facebook, el líder del Renacimiento, Kostadin Kostadinov, ha llamado a sus seguidores a protestar frente a la Asamblea Nacional para demostrar su desacuerdo con que "Bulgaria sea gobernada por un gabinete de espionaje y traición".

El diputado Christian Viguenin, del Partido Socialista Búlgaro, declaró: "Este Gobierno ha sido creado bajo presiones externas y necesidades internas. Su principal objetivo es proteger al líder del GERB, Boyko Borisov, de la persecución judicial y devolver al poder a Continuamos con el Cambio que fracasó en el anterior gabinete precisamente en las cuestiones que ahora se utilizan como motivo para tenerlo".

A pesar de las críticas, espera que el probable Gobierno regular y el Parlamento en funcionamiento tengan una contribución positiva, ya que "restaurarán de alguna manera el orden constitucional en el país".

La nueva composición del Consejo de Ministros se enfrentará a una serie de desafíos, pero hay una prioridad principal:

"Este Gobierno tiene la responsabilidad de poner fin o al menos frenar el desarrollo de la crisis institucional", comentó el politólogo Ognian Minchev. "Si no se supera la crisis mediante soluciones urgentes, incluso con una mayoría que implique cambios constitucionales, podríamos presenciar una transición no solo de la crisis política a la institucional, sino también de la crisis institucional a la constitucional, lo que tendría graves repercusiones para el futuro democrático de Bulgaria".

El politólogo Toncho Kraevski predice un posible retraso en dos de las principales prioridades del gabinete: la adhesión a Schengen y a la eurozona. En sus palabras, Continuamos con el Cambio y GERB-CDC no podrán justificar "el alto precio político que están pagando por esta coalición":

"Esto es lo más importante para ellos, y si no ocurre a finales de año y posteriormente una de las formaciones obtiene un resultado débil en las elecciones locales, esto podría llevar a la disolución de la coalición misma, ya que se convertiría en un gran obstáculo para ambas formaciones".

El profesor de comunicación política Rosen Stoyanov fue contundente al afirmar que el futuro gabinete regular merece sus primeros 100 días de tolerancia.

El periodista Lyubomir Minchev sugirió que el temor a la Fiscalía, al presidente y a la creciente influencia de los nacionalistas del partido Renacimiento podría permitir que el Gobierno tenga un horizonte más prolongado, tal vez de un año y medio.

"A menos que realicen grandes compromisos, la dictadura del jefe de Estado, Rumen Radev, continuará. Una situación política como esta podría obligar a hacer tales compromisos. En cuanto a los acuerdos y las negociaciones entre bastidores, se aclararán más adelante".

También es importante tener en cuenta la opinión de la gente sobre la situación política. Según una encuesta de Alpha Research encargada por BNT, el 52% de los encuestados apoyaría al Gobierno, el 35% votaría en contra y el 13% preferiría abstenerse. Estos datos provienen de entrevistas telefónicas realizadas a 400 adultos de todo el país.

Versión al español de Borislav Todorov