En la noche del 25 de mayo, la defensa ucraniana derribó los 36 drones iraníes "Shahed-136/131" que fueron lanzados por el ejército ruso contra Kiev. Sergei Popko, jefe de la administración militar en la capital ucraniana, anunció la repulsión de un ataque de tres horas, que es el duodécimo consecutivo en el mes.

Los ocupantes rusos en Sebastopol también se jactaron de haber derribado seis drones ucranianos que atacaron Crimea. El barco de reconocimiento ruso "Ivan Hurs" también informó haber repelido un ataque de tres drones marinos en el área del Bósforo.

Presionado en Bajmút, el líder del grupo militar Wagner, Yevgeny Prigozhin, en una entrevista con el observador político pro-Kremlin Konstantin Dolgov, admitió que "el ejército ucraniano es uno de los ejércitos más poderosos actualmente". También admitió que los objetivos de la "operación militar especial" rusa fracasaron y Ucrania logró legitimarse. Según Prigozhin, en la batalla por Bajmút los rusos perdieron alrededor de 20.000 personas. El número fue inmediatamente criticado por los blogueros militares rusos, que insisten en que las pérdidas fueron mucho mayores. Prigozhin también cree que si Ucrania es derrotada, Rusia está amenazada por una guerra civil interna.