Desde hace décadas, una pareja de cigüeñas se refugia en el campanario del templo Santísima Trinidad en Bansko. Los ancianos de más de 70 años dicen que recuerdan desde la infancia a los precursores de la primavera que habitan en lo alto de la torre. Por esta razón, nadie en la ciudad turística situada a las faldas de la montaña Pirin se ha sorprendido cuando la pareja de cigüeñas ha regresado a Bansko esta primavera y eligió el nido del campanario para criar a sus retoños. El regreso de las cigüeñas es un acontecimiento esperado por los habitantes de la ciudad, dijo a BTA Gueorgui Ánguelov, que desde hace tres años forma parte del grupo de hombres que tocan las campanas en cada festividad.
También es Gueorgui el que pone comida para las aves en lo alto del campanario en los días fríos. En 2020, la naturaleza sorprende a todos con fuertes nevadas durante la primavera. Entonces, la población local alarma de que las cigüeñas no tienen comida. Los pescadores y el dueño de una pescadería del pueblo proporcionan pescado que Gueorgui lleva hasta el nido de las cigüeñas. Esto se vuelve a repetir durante los años siguientes. Este año también se espera un enfriamiento, pero la gente siempre responde y se proporcionará pescado a las cigüeñas si lo necesitan, dijo Ánguelov.
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