El aumento de la presión migratoria a lo largo de la frontera entre Bulgaria y Turquía está causando cada vez más problemas a la población local y a las instituciones búlgaras. El número de inmigrantes ingresados en el hospital de distrito de Yambol también ha aumentado, lo que agrava la situación financiera, ya nada fácil, de la institución médica, informó la corresponsal de BNR en la región, Daniela Kostova.
El cálido invierno y la facilidad con la que se puede franquear la valla fronteriza han facilitado que los inmigrantes ilegales lleguen a las aldeas de las regiones fronterizas. Al menos esta es la sensación de los habitantes de allí.
Los encuentros con inmigrantes son cotidianos, dice Stoyanka Chakurova, alcaldesa adjunta de la aldea de Voden, cerca de Bolyarovo, situado a menos de 10 km de la frontera.
"La última vez el fontanero nos trajo a un chico, probablemente parte de un grupo, que se había quedado dormido y lo habían dejado atrás. Aparentaba tener entre 16 y 20 años, como todos. Se calentó, durmió un poco, luego vino la patrulla de policía y se lo llevó. Los grupos de policía fronteriza que son enviados aquí desde otras partes del país, están muy ocupados y ya se sienten agotados".
En este contexto, la información sobre el posible cierre de una comisaría con cinco agentes preocupó aún más a los habitantes de cinco pueblos fronterizos del municipio de Elhovo, que han amenazado con la desobediencia civil y el bloqueo de la carretera internacional que lleva al paso fronterizo de Lesovo. En la región que abarca la comisaría viven unas 1.500 personas, y por allí pasa la carretera que lleva al puesto de control fronterizo. "Queremos que la policía se quede, para tener la seguridad de que hay alguien que nos protege de los robos, de los inmigrantes, de cualquier peligro", afirma el alcalde de la aldea de Granitovo, Hristo Guechev. "Las aldeas cercanas a la frontera no deben quedarse sin presencia policial", está categórico el alcalde de Lesovo, Dimitar Bivshevi, y añade:
"Lesovo es un pueblo fronterizo y la presión migratoria es muy fuerte, el segundo factor es la población de edad avanzada, y el tercero, que aumentará la delincuencia doméstica".
Es raro que los inmigrantes causen problemas e incidentes en los pueblos, pero tampoco faltan. El vicealcalde de Straldzha, Grozdan Ivanov, afirma que se han producido varios incidentes impactantes:
"Uno fue un asalto a una guardería para robar comida. El otro fue un incendio provocado en una casa; la investigación sigue en curso, pero lo que probablemente ocurrió fue que los migrantes pasaron allí la noche y encendieron un fuego para calentarse que se descontroló".
Durante los meses de invierno, los inmigrantes avistados en las aldeas se encuentran en muy mal estado.
"Los que hemos visto en la aldea están en estado grave; se rinden porque no pueden seguir su camino. Están en un estado lamentable, embarrados, hambrientos", dicen los lugareños.
Son cada vez más los refugiados que acuden al hospital de distrito de Yambol, según su director, el Dr. Panayot Dimanov. El hospital de San Panteleimon es el único hospital de urgencias de la región de Yambol, y 22 refugiados han sido llevados allí a urgencias desde principios de año. Ocho de ellos han sido ingresados para recibir tratamiento.
Una vez detenidos, los inmigrantes irregulares deben someterse a exámenes médicos en el hospital, subrayó el director:
"Los médicos establecen en qué estado de salud se encuentran y luego informan al Ministerio del Interior de sus futuras actuaciones", explica el Dr. Dimanov.
El tratamiento médico de un inmigrante suele costar unas 1.000 levas (510 €) que en un principio cubre el hospital, y posteriormente el Ministerio del Interior transfiere el dinero que se ha gastado, pero con retraso y solo en el tratamiento realizado, no en los exámenes médicos. Se espera un decreto ministerial que asigne más dinero a la atención médica de los inmigrantes, ya que los fondos europeos destinados a este fin se han agotado.
Reportaje de Daniela Kostova, corresponsal de BNR en Yambol
Versión en español por Borislav Todorov
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