Son necesarias exactamente dieciocho horas desde Plovdiv a Odessa para que un editor búlgaro, traductor, ex diputado y defensor de la causa ucraniana y sus partidarios llevaran un rayo de luz y esperanza más a las personas que viven las noticias que nosotros vemos cada día. Se trata de Manol Peikov, impulsor de la iniciativa ciudadana "Generadores para Ucrania". Durante los dos últimos meses ha reunido a 5.400 donantes de toda Bulgaria, que hasta ahora han recaudado 1.200.000 levas para la compra de 404 generadores, la mayoría de los cuales ya han sido entregados a Ucrania.
Ya en marzo pasado, días después del comienzo de la guerra, Manol Peikov aceptó la misión personal de ayudar primero con la recogida de donativos y luego con recursos económicos para la compra de medicamentos esenciales, alimentos, ropa, zapatos para los soldados del frente y torniquetes. "Hasta noviembre para tales causas se habían recaudado unos 270.000 levas", contó él para BNR-Plovdiv. Entonces surgió la gran necesidad de generadores en las áreas del conflicto y el 26 de noviembre de 2022 arrancó la iniciativa "Generadores para Ucrania".
"Una vez que compramos las primeras unidades, la gente reconoció esto como una causa muy importante y la disposición de los búlgaros a ayudar adquirió otra dimensión", afirma Manol. El pasado viernes, 20 de enero, partió personalmente hacia Ucrania con otro suministro de "esperanza".
Tampoco faltan los momentos de comparación. Manol afirma, categórico, que en los últimos años, especialmente en los últimos meses, los búlgaros se han concienciado que si no nos ayudamos a nosotros mismos, nadie nos ayudará. El Estado no es nuestra madre protectora, como lo era durante el socialismo. "Lo que sirve de contrapeso a los abusos en la política es la sociedad civil. La donación es una especie de tornasol de que está naciendo una sociedad civil de este tipo. En realidad, esta es la buena noticia", dice para Deutsche Welle la personalidad pública de Plovdiv. En Ucrania existe una sociedad civil de este tipo.
"La gente que conocí era estupenda, estaba llena de optimismo y sobre todo vi lo que ocurre con la ayuda que recogemos y convertimos en generadores", resume Peikov.
Las donaciones recaudadas se destinaron a edificios públicos: hospitales, guarderías, escuelas, centros municipales y comunitarios, estaciones de bomberos y residencias de ancianos. Más de 50 de los generadores estaban destinados a los habitantes de Odesa y Bolgrad, en su mayoría búlgaros de Besarabia, dice Peikov y afirma que era muy importante para él poder visitar la escuela secundaria búlgara más antigua de Bolgrad "Gueorgi Stoykov Rakovski", fundada en 1858 por un decreto especial del príncipe moldavo Nikola Bogorodi, con la ayuda del propio Gueorgi S. Rakovski.
Hoy en día, más de 500 niños de Bolgrad y sus alrededores estudian en la escuela secundaria. El 70% de ellos son de etnia búlgara, pero todos están aprendiendo búlgaro sin excepción. La directora, Snezhana Skoric, define la escuela como "puente entre países". En su perfil de Facebook, Manol Peikov añade que ve a los búlgaros de Besarabia como una especie de "cápsula del tiempo" que ha conservado lo mejor del carácter búlgaro original: el corazón puro, la franqueza, la amabilidad, el trabajo duro, el amor a la familia, a la tierra y a todo lo búlgaro. Así como un profundo respeto por las raíces: "a esa Bulgaria imaginaria y querida, que en sus mentes y almas es un verdadero "paraíso terrenal" y no sólo en palabras".
La iniciativa "Generadores para Ucrania" continúa y hasta ahora recauda una media de 2.621 levas por hora entre búlgaros unidos en torno a la idea de nuestro brillante futuro. ¡Juntos!
Versión en español de Borislav Todorov
Fotos y video: Facebook/ Manol PeykovEs una narradora profesional. Cuenta historias del mundo entero, pero sobre todo cuentos de hadas tradicionales búlgaros. Además, es poeta, fotógrafa y guía: pasea con las personas en medio de la naturaleza donde les cuenta cuentos de hadas. Les..
En 2013, tras dedicar 23 años de su vida a la Marina Real, el británico Darren Carter decidió jubilarse. Darren reconoce que durante años había estado navegando sin rumbo por las “agitadas aguas de la vida” - de trabajo en trabajo, de país en país. Hasta..
“Me llamo Andromahi Bardi. Tengo 22 años de edad, soy ex alumna de la escuela dominical búlgara Santos hermanos Cirilo y Metodio en Atenas y ahora doy clases allí. Vivo en Atenas, nací allí, pero mi madre es búlgara y de ella aprendí el..