El evento que marcó el año 2022 en el ámbito exterior ha sido la guerra en Ucrania. La operación militar que Rusia inició el 24 de febrero provocó un acto de solidaridad sin precedentes respecto al pueblo ucraniano por parte de casi todos los países miembros de la UE. Inicialmente los esfuerzos estaban orientados al respaldo de los ucranianos que huían de la guerra, después de lo cual fueron implementadas sanciones financieras contra el país agresor y fue enviada ayuda militar y humanitaria a Ucrania. La proximidad de Bulgaria a las regiones de las acciones militares provocó un considerable flujo migratorio hacia las fronteras búlgaras y los intentos del Estado de garantizar asilo y alimentos para los refugiados se vieron respaldados por la potente actividad civil de miles de voluntarios y donantes.
“A pesar de que atravesamos una serie de crisis, estamos recuperando la normalidad”, ha manifestado para Radio Bulgaria el politólogo Evgueniy Daynov. En sus palabras, los países miembros de la UE lograron hacer frente a la crisis generada por la covid-19.
“Con este esfuerzo común clausuramos un periodo de egoísmo, continúa diciendo. La otra normalidad que se recupera en tiempos de crisis es la estabilidad de la democracia liberal contra el intento bárbaro de ser derrocada mediante la guerra en Ucrania. La democracia liberal siempre es más potente en tiempos de crisis que los regímenes autoritarios. Se ha restablecido asimismo el entendimiento de que la democracia se sustenta sobre la libertad, el derecho, la iniciativa y la benevolencia”.
A pesar de los retos globales, para Bulgaria 2022 pasó bajo el signo de la inestabilidad política y la imposibilidad de formar un Gobierno estable. Un callejón sin salida como éste es una premisa para la aparición de ánimos tendentes de cambiar el modelo de gobierno del Estado, transformándolo de una república parlamentaria a presidencial.
“Estas opiniones son algo normal porque después de cuatro elecciones, en Bulgaria fue formado solamente un Gobierno regular y tres gabinetes interinos”, ha comentado a politóloga Lidia Daskalova. A su juicio, la tesis de que el presidente no desea la formación de un gobierno regular y prefiere concentrar el poder en su institución es exagerada y más bien especulativa.
“Sin duda el presidente cambió mucho su comportamiento. Suavizó el tono con respecto a algunos partidos hacia los cuales se mostraba bastante tajante. Recordamos bien que el presidente era una de las personas que participaron en las protestas con toda su energía. El tema de la república presidencial me parece muy lejana en estos momentos pero puedo decir categóricamente que no estoy a favor de la idea de que Bulgaria sea una república presidencial”.
Se oyen asimismo voces que llaman a reconsiderar el papel y las funciones del gobierno interino como una forma del poder ejecutivo en tiempos de inestabilidad política. Uno de los argumentos es que a estas alturas este tipo de gobiernos con frecuencia exceden los derechos que les otorga la Constitución.
“En el caso de democracias liberales débiles que fácilmente podrían transformarse en regímenes autoritarios, populistas y criminales, no es una buena idea hacer lo que han optado por hacer en Gran Bretaña, cuando después del término de su mandato el gobierno prepara las elecciones en las cuales será relevado eventualmente. Para países como Bulgaria hace falta un gobierno aparte, que organice las elecciones y que gobierne al país a un nivel básico. En este sentido el gobierno interino, designado por un presidente, y no por el Parlamento es un acertado paso legislativo”.
Lidia Daskalova cree que 2023 nos traerá más seguridad de que el cambio que buscamos es merecido y depende de los esfuerzos mancomunados de todos nosotros:
“Creo que nos hemos encaminado a esta dirección, si bien con pasos diminutos. Bulgaria tiene mucho trabajo por hacer y sus resultados se verán dentro de 5 o 10 años, por ejemplo las reformas necesarias para obtener los medios del Plan de Recuperación y Sostenibilidad, las elecciones parlamentarias y municipales”.
Para el Prof. Daynov el próximo año será una época en la cual la recuperación de la normalidad continuará y este es el escenario más optimista con el cual podemos soñar tras haber esperado durante 30 años.
Versión al español de Hristina Táseva
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