Para algunas personas la crisis equivale a posibilidad. ¿Es así para los búlgaros hoy, cuando las elecciones parlamentarias vaticinan que la inestabilidad política continuará, los precios no dejan de crecer y los ingresos parece que se han congelado “al borde de la supervivencia”?
Sobre este telón de fondo llaman la atención las palabras Dobromir Yanev, consultor financiero de larga experiencia en la prestación de créditos, quien señala que “todavía no hemos llegado al estado en que utilizamos con frecuencia la palabra “crisis” y las exageraciones en los medios de comunicación tratan de asustar al pueblo”.
“Esto no significa que la crisis no va a llegar, todo lo contrario. Es que la crisis no viene de repente”, continúa diciendo él en una entrevista para Radio Bulgaria. En Bulgaria los efectos de los sucesos a nivel mundial habitualmente vienen con una demora de 6 a 12 meses. Era así en 2008, esto sucede también ahora. Si el resto de los países pueden afirmar que están en crisis ya que deben adoptar medidas muy importantes, Bulgaria todavía está avanzando por el camino hacia la crisis.
Las tiendas están llenas, las personas no han dejado de consumir y el Estado logra producir casi todo lo que le hace falta, energía eléctrica, productos de alimentación, trigo”.
La crisis impactará a los ingresos y no a las mercancías y a la energía como sucedió antes, ha señalado el analista. Estos efectos ya se dejan sentir: podemos comprar cada vez menos cosas con el dinero que cobramos por nuestra labor.
“Podemos decir que para las personas que viven con 250-500 euros al mes Bulgaria ya ha entrado en crisis ya que ellos deben limitarse de productos de primera necesidad. Las personas que cobran unos 1500 euros no están en crisis, ellos se privarán de algunas mercancías lujosas, reducirán sus viajes, etc.
En plan histórico relacionamos la crisis con la falta de algo, de mercancías de primera necesidad, electricidad y agua. Creo que lo que nos espera es una crisis de los ingresos, no creo que venga algún momento en que faltarán productos en las estanterías. No habrá cortes de la electricidad en Bulgaria u otros tipos de dificultades, pero sí creo que hará crisis de los ingresos. Lo bueno es que de esto se habla desde hace mucho tiempo y los ciudadanos pueden adoptar medidas para mitigar las consecuencias que cada uno experimentará en un momento distinto”.
¿Hay maneras de contrarrestar las turbulencias? Las palancas en manos de las personas limitadas y no son muchas las personas que pueden aprovecharlas, dice el experto.
“Durante los últimos 10-15 años todas las crisis han sido importadas en Bulgaria. No han sido provocadas por factores internos, sino de externos. La crisis actual fue causada por la guerra en Ucrania. Las sanciones que impone la UE y Bulgaria como uno de sus miembros fueron provocadas por razones externas. Las posibilidades para mitiagr el impacto negativo están en manos del Estado y de los gobernantes”, ha explicado Dobrimir Yanev.
Lamentablemente Bulgaria no ha logrado aprovechar la demora del impacto de los factores externos en la vida de los ciudadanos búlgaros. Una de las causas es que en los duros años para la economía y las finanzas, Bulgaria ha estado afrontando una crisis política permanente. Todo esto ha elevado el precio que pagan los ciudadanos búlgaros de a pie.
Entrevistó Marian Ivanov, de la emisora regional de Radio nacional de Bulgaria en Burgás
Versión al español de Hristina Táseva
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