“La frontera entre Bulgaria y Turquía es sumamente fácil de cruzar, vi con mis propios ojos cómo se puede saltar (la valla alambrada) con una escalera”. Así lo afirmó el ministro interino del Interior, Ivan Demerdzhiev, ante bTV con motivo de la muerte de los dos policías que intentaron detener un autobús con inmigrantes ayer en Burgas.

El ministro agregó que no tenía información de que se hubiera policías hubieran encubierto al vehículo. Sin embargo, hay datos de que hay policías que ayudan a migrantes a cruzar la frontera, subrayó el ministro. El precio para entrar en Bulgaria ronda los 1.000 €, según información del Ministerio del Interior.

Ivan Dеmerdzhiev enfatizó que la filosofía de proteger la frontera fue errónea desde el principio porque depende principalmente del factor humano, es decir del despliegue de los agentes policiales sobre el terreno. Según él, la presión migratoria ha aumentado más de seis veces respecto al año pasado y cada día se impide la entrada de cerca de 1 000 personas a través de la línea fronteriza.