El centro de Sofía está cerrado para tráfico desde el sábado pasado tras iniciarse las obras de recolocación y renovación de los emblemáticos adoquines amarillos. Además de los adoquines comprometidos, serán reemplazadas las baldosas de las aceras y se refrescarán las areas verdes en la zona, según informó la Municipalidad de Sofía.

Se prevé que las obras continúen hasta el 10 de septiembre y hasta entonces en diferentes etapas se cerrarán diferentes secciones del centro.

En el período entre 1907 y 1908, por iniciativa del entonces alcalde de Sofía, Martin Todorov, se importaron desde Austria-Hungría 59.302,46 metros cuadrados de adoquines amarillos con motivo de dar una nueva imagen a la joven capital búlgara.

Los adoquines están hechos de piedra caliza triturada y horneada - "marga". Se utilizaron para pavimentar carreteras principales como la avenida Tsar Osvoboditel, las calles Lege, Moskovska, y la ya desaparecida Targovska, entre otras, recuerda el Museo de Historia Regional de Sofía. Aún hoy, los adoquines amarillos son uno de los símbolos de la capital. Las calles y plazas cubiertas por ellos tienen el estatuto de valor cultural inmueble y están protegidos por la Ley de Patrimonio Cultural.