Lo que hace falta es deseo, imaginación y conocimientos básicos en natación. El lugar donde este cuento de hadas cobra vida es la primera academia de sirenas en Bulgaria que esta joven búlgara fundó hace un año.
“Lo que hacemos es enseñar a mayores y menores de edad cómo nadar llevando la cola de una sirena. Ésta consta de dos partes, la aleta que es la parte básica del equipo de natación que da la fuerza al nadar, y la propia cola, que es la parte bella del traje y puede ser de distintos colores. Las aletas son ligeras y tienen una forma distinta de la que utilizan los buceadores o los nadadores profesionales. El equipo de natación es fácil de poner, no es pesado y no causa cansancio de las piernas.
Cuando nos visita por primera vez a uno lo parece extraño nadar con los pies juntados pero la mayoría de las personas se acostumbran rápidamente como si hubieran sido sirenas durante toda la vida”.
Ver el sueño cumplido de alguien es una de las más bellas vivencias, dice Petya Petkova. Aparte de ser una experiencia que se puede vivir una vez para ver qué es nadar con una cola, este tipo de ocio puede convertirse en un deporte regular para mantener la buena forma física con una dosis de magia. Las restricciones son solo para los más pequeños.
Este estilo de natación apuesta en el movimiento de todo el cuerpo que se ondula como una ola desde los hombros y el abdomen hasta la cola. Estos movimientos implican una gran actividad para el abdomen y las piernas.
Por ejemplo, el nado de espalda con la cola puesta es un excelente ejercicio para todo el cuerpo”.
La práctica le ha mostrado que gracias a la cola de sirena se supera el miedo al agua y las dificultades al nadar. Alude como ejemplo a dos menores que acudían a la academia y que nadan mejor como sirenas que como personas.
“El instinto infantil por lo mágico resulta más fuerte que el miedo que sentimos. Tal vez esta sea la magia de las sirenas”, bromea Petya.
Uno puede nadar como sirena en mar abierto bajo algunas condiciones: cuando el agua es tranquilo, siempre en la presencia de otra personas y con la clara idea cuáles son nuestras habilidades como nadadores, explica Petia.
La imagen de la sirena del mar apareció por primera vez en la cultura popular en 1911 en un cortometraje norteamericano y en los años 40 en Florida fue inaugurado el primer teatro subacuático para sirenas en Weeki Wachee. Hasta hoy en día el lugar es conocido como “la ciudad de las sirenas”.
“En Bulgaria sí existe interés pero todavía estamos dando los primeros pinitos y están por suceder cosas interesantes y curiosas”, dice categórica Petia. Las colas de los miembros de su equipo pueden ser reconocidas en e último o video de la cantante Rut Koleva Wassup.
“Este pasatiempo permite a las personas hacer algo que les agrada sin importarles la opinión de los demás. Las personas necesitan más y más de un cuento de hadas en sus vidas”, termina diciendo la sirena Petia Petkova.
Versión al español de Hristina Táseva
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